Desde enero, 98 trabajadores de la planta Scania, entre ellos cuatro delegados, están suspendidos, lo que constituye, en realidad, un despido encubierto. Estos compañeros han formado una Comisión de Suspendidos, que ha dirigido una Carta Abierta a los trabajadores de Scania.

La Carta Abierta denuncia la hipocresía de la patronal, que defendió la devaluación con el argumento de que así se iba a “equilibrar” la empresa y ahora, con la devaluación, suspende a cien compañeros y larga una campaña por una reducción “voluntaria” de los salarios del 20%. Luego señala que “si no se logra impedir los despidos, la patronal va a quedar con las manos libres para ir a fondo con una mayor ofensiva de despidos, rebaja salarial y flexibilización laboral. Por eso creemos que entre todos los compañeros, inclusive el personal jerárquico, tenemos que hacer una asamblea en puerta de fábrica, para que entre todos tomemos una resolución: cómo hacer para que los trabajadores no paguemos el costo de la crisis que la empresa alega soportar, cómo defendemos nuestras conquistas: la fuente de trabajo, los salarios y las condiciones de trabajo.

“Los trabajadores suspendidos de Scania *dice la Carta Abierta* denunciamos la acción traidora del Smata, que actúa como una gerencia de personal de la fábrica y no como un sindicato obrero.”