Sindicales

13/7/2017|1466

No a los despidos en el grupo Crónica


Esta semana se conocieron nuevos despidos en el grupo Crónica: tres en el diario BAE y otros tres en el diario Crónica. Se suman a los doce despidos tras el cierre de la Revista Veintitrés y que parecen marcar que el ajuste no tiene fin en los medios que dirigen los Olmos. 


 


Era éste el ajuste que preparaban cuando crearon la nueva razón social -Aconcagua SA- para separar a los trabajadores de sus delegados electos democráticamente e imponer la “convergencia” de las redacciones, o en otros términos, que los trabajadores realicen tareas para todos los medios del grupo sin distinción de plataforma. Además, los despidos llegan después de descuentos salariales masivos a más del 80% del personal de BAE, como resultado de la implementación del sistema de control de accesos. Este sistema, que había sido rechazado por los trabajadores de BAE cuando todavía estaban organizados en asamblea y tenían delegados, se da de bruces con la actividad periodística: no reconoce que la jornada de un periodista puede comenzar en una cobertura, en la búsqueda de la noticia fuera de la redacción o en reuniones con las fuentes, por ejemplo. 


 


Los intentos de enfrentar los despidos chocan con la desorganización impuesta por los Olmos tras el despido de los verdaderos delegados. Los seudodelegados puestos a dedo por la patronal transmiten desmoralización entre los trabajadores: asambleas sin resoluciones, no difunden los despidos ni los descuentos hacia el resto del gremio, no se solidarizaron con los despedidos en Veintitrés, ni con sus propios compañeros de Crónica y BAE cuando fueran despedidos.


 


A este cuadro de desorganización se le suma la reaparición de la UTPBA, la organización fantasma que hace dos años abandonó a los trabajadores de BAE y Crónica, y bendijo las elecciones truchas de delegados impuesta por los Olmos, quienes obligaron en tres oportunidades a los trabajadores a votar una junta electoral.


 


La UTPBA, que viene de firmar paritarias a la baja para el conjunto del gremio de prensa, orienta el conflicto para que se diluya sin enfrentamiento con la patronal, sin medidas de fuerza que obliguen al Ministerio de Trabajo a dictar una conciliación obligatoria con los despedidos adentro.


 


La burocracia sindical-empresaria aplicando el ajuste macrista


 


Los despidos en Crónica y BAE, así como el atraso salarial y ajuste en Página/12 pintan de cuerpo entero a las patronales vinculadas con la burocracia sindical pejotista. Víctor Santamaría del Suterh (Porteros) y Olmos (Caló) de la UOM son los primeros en aplicar el ajuste macrista; no esperaron a octubre para hacerlo.


 


Lo mismo está haciendo Cristóbal López, otro aportista a la campaña de Unidad Ciudadana, que anuncia que van a reproducir sólo contenidos enlatados y larga retiros voluntarios en lo que queda de CN23, luego de la huida vaciadora de Sergio Szpolski.


 


Ferreyra y Acosta, en Radio Del Plata, tampoco pagaron el aguinaldo, corriendo la línea del off side patronal al antiobrero Jorge Fontevecchia que propone pagarlo en cuotas.


 


En materia de ajuste contra los trabajadores no hay grieta entre las patronales.


 


Estos despidos, y los atrasos en el pago de salarios y aguinaldo en Ambito, Perfil, Radio Del Plata y Página/12 reclaman la convocatoria urgente a una asamblea general del gremio de prensa y un plan de lucha del Sipreba para enfrentar el ajuste en todas las empresas periodísticas.