En Tigre, la situación de la salud pública es, como en toda la provincia, catastrófica: a los numerosos casos de meningitis que se produjeron el año pasado hoy hay que sumarles los más de 300 casos de hepatitis “A” que, estadísticamente hablando, han triplicado el numero de casos histórico de esa enfermedad en nuestro distrito.

La Municipalidad no sólo se niega a vacunar a toda la población de riesgo (aconseja lavarse con lavandina), sino que, además, piensa cerrar el Hospital de Tigre. Así es: con la excusa de la pronta apertura del Hospital de General Pacheco va a demoler el actual Hospital General de Agudos de Tigre y municipalizar el “nuevo” hospital de Tigre, que no se sabe cuándo se construirá.

La comunidad de Tigre ha salido a resistir: el 12 de mayo –en el marco general de la jornada piquetera– se realizó un corte a las puertas del hospital con más de 400 personas, y están planteadas numerosas actividades para esta semana en defensa del hospital.

Debemos extender la lucha a todos los barrios de Tigre. La política de ATE, de circunscribir el conflicto sólo al casco urbano, está destinada a un seguro fracaso. Sólo el pueblo de Tigre, organizado en Asamblea Popular, derrotará al intendente Ubieto y a su política antipopular.