Sindicales

12/4/2019

No Docentes de Sociales APUBA: triunfo y nuevos desafíos

Delegada APUBA Fsoc

Luego de una lucha librada en el ámbito de asambleas masivas y participativas, los No Docentes de Sociales recuperaron el kit escolar recortado en febrero por la decana Mera y consiguieron también el compromiso de cubrir los cargos vacantes y de negociar de inmediato el refuerzo salarial y otros beneficios conquistados por el sector No Docente desde hace años.


El triunfo incluyó el destino de 400 mil pesos para órdenes de compra por $2.000 por cada hijo en edad escolar (186 niños en total) y la apertura de una negociación que incluye la cobertura de los cargos vacantes frenados por la gestión para manipular la cobertura de direcciones, la concreción del refuerzo salarial y del subsidio por jardín para los hijos e hijas de trabajadores. El refuerzo salarial fue atacado tanto por la Decana como por la Directiva de Apuba por ser el más alto de la UBA: buscan castigarnos por haber hecho bien nuestro trabajo como delegados gremiales de los no docentes.


Entre los temas pendientes que la Decana se negó a abordar durante este año se encuentran las demandas de las mujeres trabajadoras, reclamando la construcción de inmediato del lactario de la sede de Constitución y la eliminación de las licencias psiquiátricas de los legajos de las compañeras que han debido usar esa figura para poder cuidar hijos enfermos.


El triunfo en esta lucha cobra un valor especial a la luz de la composición política de la gestión de la Facultad. En el pasado, las gestiones realizaban frentes colocando a los radicales macristas de Ciencia Política como socios minoritarios y se postraban ante las imposiciones del Rectorado, sus recortes presupuestarios, sus boicots a las modificaciones de planes de estudio como ocurrió con el de la Carrera de Comunicación.


La decana Mera, perteneciente al espacio político kirchneropejotista de Daniel Filmus, directamente le entregó la gestión económica y administrativa a este sector ajustador macrista. El socio minoritario creció y tomó las riendas de la Facultad. Todos los bloques políticos que fueron colaboracionistas con estos deben recoger el guante de las responsabilidades políticas al respecto de estos frentes políticos y sus consecuencias.


El reforzamiento político de este espacio de frente común entre pejotistas y radicales, ha llevado a que la propia carrera de Ciencia Política se convierta en un coto cerrado de estos sectores. La acción impune de la carrera, echando docentes de la cátedra Filmus, hizo estallar el escándalo de la violencia ejercida por quien fuera funcionario, ya que una docente con denuncia penal contra Cristian Bay fue víctima de un despido. Ahora le toca el turno docentes de otra cátedra de Historia Latinoamericana, de la que pretenden echar a quienes llevaron adelante el trabajo sistemático durante años, para colocar a docentes de su espacio político. Los atropellos no terminan aquí y, como se puede ver, no son solo contra los no docentes.


La experiencia política de las alianzas tejidas por docentes y profesores para hacerse de las gestiones de la Facultad debe ilustrar a los trabajadores docentes y no docentes y al movimiento estudiantil al respecto de quienes realmente representan una oposición al macrismo. Los espacios kirchneristas y pejotistas de la Facultad y de la Universidad cogobiernan con el macrismo y hasta le dan la administración de una Facultad como Sociales para que estos apliquen ajustes y para combatir a una Comisión Interna que defiende los derechos de los y las trabajadoras.


En Sociales aún está todo abierto; sin embargo, la lucha librada en este periodo que llevó el conflicto a concretar paros de 72 horas y a votar un paro por tiempo indeterminado en el caso de que no hubiera respuestas, mostró la elevada conciencia a la que llegaron los trabajadores, organizados por una Comisión Interna combativa e independiente, desde hace 10 años.


Un capítulo especial en esta historia lo ocupó una vez más la Directiva de Apuba que, desde el Consejo Superior, en la boca del Secretario Adjunto Luciano Cagnacci, afirmó que “todos los trabajadores queremos cobrar los premios especiales que tiene la facultad de Ciencias Sociales”, admitiendo que son los mejores de la UBA y, a renglón seguido, afirmó que no teníamos derecho a negociarlos nosotros sino que debía hacerlo la Directiva.


Lo único que se los ha impedido es la postración frente a los decanos, como la que mostró el propio Cagnacci en esa misma sesión del Consejo Superior, cuando afirmó que la Facultad de Medicina, con 1.200 No Docentes, no podría pagarlos. Simplemente miente y se confirma como custodio de la billetera de los funcionarios y no de los trabajadores.


Desde Sociales dimos otro salto adelante en la defensa de nuestros derechos, porque los conquistamos luchando, algo que la Directiva que acaba de cerrar una acuerdo paritario por debajo del 16% pagaderos en cuatro cuotas, se niega a hacer.


¡Viva la lucha de los trabajadores de la Facultad de Ciencias Sociales!