Sindicales

29/8/2001|719

“No es cuestión de reemplazar un presidente, sino un sistema político, una dirección política”

¿Qué te parece esta reunión del Polo Obrero?


Hoy escuché denuncias que no conocía pero que no me resultan imprevisibles porque ese tipo de manejos perversos se están viendo en todos lados. La única posición que queda es la lucha porque el gobierno ha perdido toda legitimidad y representatividad. Mintió y traicionó desde el principio por eso ninguna promesa que pueda hacer es confiable. La única alternativa es la lucha y reemplazar al gobierno.


¿Qué opinás del planteo de huelga general?


Te diría que apoyo cualquier huelga, por principios. Pero indudablemente, la huelga general apunta a pegarle donde al capitalista le duele, en el bolsillo. En una huelga de transportes, la intención no es molestar al pasajero sino apuntar a la recaudación de las patronales. Ese es el único factor de fuerza que tenemos. Ellos tienen la fuerza física incluso de su lado. El paro general, la huelga, todo lo que afecte los bolsillos de la gente que se pasa la vida afectando nuestros intereses, me parece válido.


Las tres semanas de plan de lucha piquetera fueron un recurso importantísimo porque apunta a poner a la gente en una posición de lucha, en un planteo de acción. Mucha gente tiene en su cabeza la idea de la acción pero no logra encontrar los canales. Al Estado no le quedó otra que reconocer que había miles de tipos en la calle protestando por lo mismo y que se le aguantaron más allá de lo que el gobierno esperaba.


¿Y del reclamo del Polo Obrero de una Asamblea Constituyente?


El tema de la Asamblea Constituyente en este momento surge como una necesidad de definir un perfil político. No es importante cambiar a De la Rúa por otro De la Rúa, como De la Rúa reemplazó a Menem con una política que es continuación de la anterior, aún más perversa en sus alcances. No es cuestión de reemplazar un presidente sino un sistema político, reemplazar una dirección política. No existen diferencias que permitan hablar de partidos distintos, peronistas o radicales. Lo que hay que cambiar es la dirección, el rumbo político.