Los médicos y profesionales de los hospitales públicos de la Capital han profundizado su plan de lucha con un paro de 48 horas, que se está cumpliendo masivamente.

El gobierno delarruísta se niega a otorgar el re-encasillamiento que les adeuda desde hace más de un año, porque si ceden, dicen, tendrían que reconocer también la antigüedad de los trabajadores municipales, reclamos de docentes y otros. Pero, al mismo tiempo, De la Rúa autoriza al Banco Ciudad para refinanciar quebrantos de Alpargatas y de los Yoma. La política de los aspirantes al gobierno nacional está clara: hay plata para salvar a grandes empresas capitalistas y no para los trabajadores, la salud, ni la educación

El gobierno porteño provoca a los huelguistas llamándolos “privilegiados, porque cobran altos sueldos, habiendo tantos desocupados”. Con lo que miente, porque los sueldos iniciales son de 700 pesos, pero además está confesando que tiene en vista un proyecto de rebajas de sueldos y despidos.

Y así es, en una notable declaración, la Asociación de Médicos Municipales denuncia al gobierno De la Rúa por las promesas electorales de defensa del hospital público, mientras, en cambio, se somete a los dictados privatistas del FMI. Allí se alerta, también, sobre el proyecto de ley del empleo público para la ciudad, que De la Rúa envió a la Legislatura. Dicho proyecto es un modelo de flexibilización laboral y pérdida de conquistas, de salarios por productividad, de racionalización y recortes, dictado por el Banco Mundial.

Los médicos deschavaron la verdadera política negrera de la Alianza

La lucha de los médicos de los hospitales, íntimamente ligada a la defensa del hospital público y la salud de la población más necesitada, coincide hoy con la lucha de los estatales y trabajadores del interior de Tucumán y Corrientes, hasta Neuquén y Tierra del Fuego, contra los recortes presupuestarios menemistas y aliancistas. Hay que apoyarla a muerte.

El Partido Obrero difundió masivamente una declaración en barrios y empresas, llamando a todos los trabajadores y vecinos de la Capital a rodear de solidaridad la huelga de los médicos. Y a las organizaciones obreras, sindicatos, comisiones internas, al Sutecba, a la UTE, a ATE y al Cta, a romper con la parálisis y decretar un paro general activo en apoyo de esta lucha, hasta arrancar el pago de lo adeudado, la prohibición de despidos y suspensiones y el retiro del proyecto antiobrero de ley del empleo público.