Sindicales

29/6/2000|671

¿No pasó nada?

Más de 400 delegados de escuelas de toda la provincia participaron en el congreso convocado por la directiva provincial de Amsafe, en una experiencia inédita a escala de la docencia de todo el país.


¿Qué llevó a la dirección frepasista a dar este paso? Prevenirse contra las tendencias que están socavando su propia base.


La docencia santefesina está expuesta a una ofensiva múltiple. Ha sido sancionada la ley de emergencia económica y previsional, que significa nuevos aportes a la Caja de Jubilaciones (de hecho, rebaja de sueldos). Está en marcha la implementación del tercer ciclo de la EGB (8o y 9o), que significa pérdida de cargos y caos educativo. Se ha recortado el régimen de licencias, violando el Estatuto. El salario está clavado en 320 pesos más 80 de “presentismo”, que se pierde en dos jomadas.


Frente a esto, prevalece una “alianza” de la UCR y del Frepaso, que respeta un pacto no firmado de ‘paz social’ con el gobierno) del PJ. La resistencia se expresó, sin embargo, desde los cuerpos de delegados de seccionales, particularmente en Rosario y San Lorenzo. En Rosario, el cuerpo de delegados se movilizó contra el intento de sumariar a un compañero por proyectar un video sobre educación sexual a sus alumnos, e impulsó la movilización y la toma simbólica del complejo frente a la aplicación del decreto que recorta el régimen de licencias de interinos y Reemplazantes y dejó fuera del sistema a seis compañeras embarazadas.


Los mandatos a los delegados por el rechazo y la derogación de las medidas adoptadas fueron contundentes, así como el reclamo de un urgente plan de lucha.


La directiva se ha esforzado para cer­cenar el debate e impedir un curso de ac­ción, y se ha opuesto a la moción de Tri­buna Docente de darle carácter resoluti­vo al congreso. El debate quedó remitido a la remanida instancia de una futura asamblea ordinaria anual.


Así las cosas, podría decirse que la montaña parió un ratón. Pero la deliberación abierta entre los delegados cuestiona el inmovilismo y a la dirección de Amsafe. La propia conducción ha captado que necesita contener al activismo. La perspectiva que nos planteamos es una convocatoria a los delegados luchadores de toda la provincia para establecer un programa y una estrategia.