El 13, 14 y 15 de abril se desarrolló el paro de 72hs de la Conadu Histórica en 28 universidades nacionales. Como se venía verificando en las etapas anteriores del plan de lucha, la adhesión fue creciente. Esta semana 60.000 alumnos de las 57 escuelas dependientes de las universidades no tuvieron clases porque allí el paro superó el 90%, e incluso el movimiento estudiantil tomó el Pellegrini y el Buenos Aires en la UBA por sus reivindicaciones (echar a burócratas de Ctera denunciados como abusadores) y en apoyo a los docentes. En las facultades de todo el país el paro fue creciendo y dejó a más de 500.000 estudiantes sin clases.

En medio del conflicto y luego de una miserable oferta del 25% en cuotas hasta mayo de 2017 (!!!), el gobierno y los rectores suspendieron la paritaria durante 11 días, una dilación programada para no dar ningún incremento antes de mayo como ya manifestaron. Esto demuestra la falsedad de las palabras del ministro Bulrich sobre la necesidad de una mejor educación pública y la realidad del ajuste presupuestario en la universidad.

El combustible del conflicto son los $2.800 (debajo de la línea de indigencia) que percibe un docente universitario con 5 años de antigüedad por tener a su cargo un curso con más de 100 estudiantes. Esta cifra la impuso el gobierno 'nacional y popular' hasta junio de este año con la complicidad de las burocracias sindicales de la Conadu K, Fedun, Ctera, UDA. Burocracias que hoy ni siquiera “resisten con aguante” y que a la fecha han llamado a uno o dos paros aislados de 24hs frente a la brutal depreciación del salario.

La firmeza y crecimiento del plan de lucha, que lleva ya 9 días de paro, se sostiene, crece y profundiza en el método con que es convocado por la dirección de la izquierda de la Conadu Histórica. Desde la asunción del gobierno de Macri se realizaron 3 congresos nacionales de la docencia, cientos de asambleas en las aulas, laboratorios, talleres y asambleas generales que dan mandato a sus congresales. Se participó en la temprana movilización del 22 de diciembre contra el ajuste; en el paro nacional, tardío, de ATE contra los despidos del 24F. En todo el país activamente se convocó a las movilizaciones del día de la mujer trabajadora y el 24 de marzo se marchó con el Encuentro de Memoria Verdad y Justicia. Frente al tarifazo lanzamos junto a la Fuba, la Fulp, la FUC y la FUP una campaña nacional por el boleto educativo para estudiantes, docentes y no docentes de todos los niveles educativos. La continua lucha por la derogación de la Ley de Educación Superior que sostuvieron todos los gobiernos durante 21 años es la clave en la defensa de una universidad al servicio de las mayorías nacionales. El congreso que sesionó el 15 de abril planteó la necesidad de un paro nacional activo de todos los trabajadores. En definitiva, se armó a la docencia con un programa general para enfrentar la profundización del ajuste desde una perspectiva independiente.

El plan de lucha continúa con paro y movilización el 19 de abril junto al movimiento piquetero, los estatales y los Sutebas multicolor. El siguiente paso es un gran paro de una semana, del 25 al 30 de abril, con cortes, carpas, clases públicas movilizaciones en todo el país. Este mandato de paro de una semana se construyó desde las masivas asambleas generales de Adiunt y AGD-UBA (donde somos dirección), en consonancia con las asociaciones combativas (Comahue, San Luis, Luján, San Juan, Cuyo) que son dirigidas por la izquierda. 

Se votó por amplia mayoría profundizar el plan de lucha para arrancar un 45% de recomposición, la aplicación del convenio colectivo y la abolición del impuesto a las ganancias sobre los salarios y jubilaciones.