Nuevo Soip, nueva paritaria

Tenemos una nueva dirección sindical en el Soip, el cuerpo de delegados se reúne sistemáticamente; conviene examinar las paritarias y discutir una política.

Empecemos por el cuadro productivo y económico de las patronales. Las exportaciones anuales llegaron a los 1.300 millones de dólares, un récord absoluto. El año 2010 ha sido una fiesta completa para la kirchnerista patronal pesquera marplatense: gracias a la “cuotificación”, aumentó su participación a más del 60% de los desembarques nacionales y un mayor porcentaje en lo que a merluza se refiere (la de mayor índice exportable), tiene el gasoil subsidiado, reintegros de IVA, los planes Repro (otro subsidio para el patrón, no para el obrero) y, para completar, CFK tiene en carpeta la rebaja en las retenciones a la exportación (que ya son mínimas: para merluza el 5%). Hasta la propia Afip y el Ministerio, en el último relevamiento de enero reconocen un 48% de empleo en negro.

El intendente Pulti les perdonó a las empresas pesqueras una millonaria deuda por inspección veterinaria, de unos 40 millones de pesos, a cambio de un plan de arreglos de calles en la zona industrial (destruidas por ellos mismos).

¿Y cuánto ganan los obreros?

Según el básico (garantía) de convenio de envasadoras y peones, unos vergonzosos 4,50 pesos la hora. Un ancla que hunde todos los salarios, incluidos los destajos de los que trabajan en negro.

Días atrás se anunció una “mesa del salario” entre cinco gremios de la pesca (pescado, marineros, conductores, capitanes y navales), que a la hora de acordar un planteo común no lo hicieron y libraron las cosas “a la fuerza de cada uno”. Es decir, sólo una rosca política más del multifuncionario sciolista y presidente del PJ local, “Gato” Novero, del gremio de los marineros (Simape), que mandaron nuevamente al frente y solo al Soip a negociar “un piso” bajo, sobre el cual negociar ellos.

La burocratización de la anterior directiva del Soip nos ha costado muy caro, postergando el salario y destruyendo el tejido sindical. Por eso, casi todas las plantas tienen reclamos particulares pendientes, resultado de la ausencia de una acción sindical de conjunto. Además, se han profundizado las divisiones por las modalides patronales (“coopetruchas”, “pymes”, agencias, etc.).

El paro desde abajo del año pasado, que arrancó un porcentaje mayor al pactado por la vieja burocracia de Salas-Verón, demostró las reservas de lucha del gremio. Ahora se han reabierto luchas por el blanqueo, como en Natural Fish y Frigosur.

Por eso, en esta negociación encabezada por la “nueva” conducción de Cristina Ledesma, arrancamos desde muy abajo. Pero hay que arrancar.

¿Y cómo podemos revertir este panorama?

Para que el Soip empiece a recuperar el reclamo no debe bajar del 40%. Hacer petitorios, reuniones y asambleas de planta, elegir y mandatar delegados para que refuercen y unifiquen en el gremio un reclamo en ese sentido.

Hay que hacer un seguimiento de las negociaciones con delegados electos y responsables ante los compañeros.

• 5.000 pesos de salario básico.

• Actualización por inflación. Incorporación al básico de todo monto en negro, de las cifras condicionadas y de las bonificaciones extraordinarias.

• Convenio único, abajo la tercerización con cooperativas y pymes truchas. Pase a planta de todos los tercerizados y contratados por agencia.

• Asambleas de base para rearmar al gremio.