Sindicales

6/10/2016

Operativo Evaluador “Aprender 2016”, con las cartas marcadas

Carta a la docencia de Alejandro Finocchiaro, ministro de educación bonaerense.


El Director General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires acaba de enviar una carta a los docentes de la provincia para que acepten el “Operativo Nacional de Evaluación Aprender 2016”. Un nombre, “operativo”, que en la Argentina remite a la dictadura militar, no a una acción relacionada con la pedagogía.


Prisionero de sus palabras, Finocchiaro señala textualmente: “Entiendo la desazón que sentimos los docentes cuando, por los medios de comunicación, se señala que los resultados de las evaluaciones no fueron del todo satisfactorios. Cierta desesperanza que indicaría que la escuela hoy no está pudiendo vencer las desigualdades que traen los alumnos a sus aulas”.


Una confesión abierta de que el “operativo” busca exponer el fracaso del sistema educativo y no el proceso de educación-aprendizaje.


Una grave revelación  para luego pretender descargar la responsabilidad sobre las víctimas: “Sin lugar a dudas –dice Finnocchiaro– los aprendizajes de nuestros alumnos constituyen un problema de todos, pero, fundamentalmente, de quienes tenemos la responsabilidad de educar”.  Y reconoce, también, que alrededor de la manipulación de las pruebas estandarizadas de evaluación  “venimos de muchos años de debate: Que evaluación sí; que evaluación no”. A confesión de partes, relevo de pruebas.


Por esta razón, y porque es un “operativo” al servicio de degradar la escuela pública y transformarla en un mero entrenamiento de mano de obra (el ministro Bullrich, en una nota publicada en Clarín, afirma que la educación debe ser para producir “un mejor capital humano para poner a la Argentina entre las diez economías más importantes del mundo” ); en las escuelas bonaerenses llueven renuncias masivas de docentes que rechazan al “operativo” y también son cada vez más los centros de estudiantes que se organizan para que los estudiantes no participen de la evaluación trucha.


Finocchiaro sabe perfectamente lo que está pasando en “sus” escuelas. Por eso,  su carta termina pidiéndole a los docentes bonaerenses que, a pesar de todo, “no neguemos la posibilidad de una escuela diferente”.


Llamamos a todos los docentes a rechazar este “operativo” antieducativo, en defensa de la educación de los chicos, de los derechos de la docencia y de la escuela pública.