Sindicales

11/5/2006|945

Organizar la contraofensiva

Asambleas en las líneas


Tres semanas después del levantamiento de la huelga en el Subte por el reconocimiento de los tercerizados como trabajadores de UTA, la patronal y la burocracia han lanzado una contraofensiva. Han sido suspendidos 40 compañeros de Metropolitano y 21 de Neo Service; se ha rescindido anticipadamente el contrato a dos compañeros de CAF, otra tercerizada, y se ha suspendido a un conductor de la Línea B. Reclamos que habían sido concedidos antes de la huelga, como la categorización de compañeros en algunos sectores, han sido rechazados. Agentes de la UTA están impulsando pronunciamientos de trabajadores contra la huelga de Semana Santa, aislar al Cuerpo de Delegados y enfrentar al trabajador bajo convenio con los tercerizados. Al mismo tiempo, Moyano y Lingeri han anunciado el rechazo al reclamo de los casi 600 compañeros que buscan recuperar el convenio UTA.


 


La Mesa de Diálogo, presentada como una realidad a los trabajadores a la hora de levantar la huelga, no se constituyó jamás.


 


Respuesta obrera


 


El Cuerpo de Delegados ha declarado el “estado de alerta y movilización”. Concretamente la realización de asambleas de trabajadores en las líneas, uniendo a compañeros encuadrados y tercerizados para discutir un plan de acción. El propósito es presentar un emplazamiento por todos los reclamos pendientes: el levantamiento de las sanciones, el otorgamiento de las categorías, el cumplimiento de las condiciones de seguridad e higiene y otras reivindicaciones. El conflicto por el encuadramiento de los tercerizados del Subte tiene un valor estratégico para la clase obrera. En el caso del Subte, la unión de todos los que trabajan “bajo tierra” cae por su propio peso: actúan en el mismo ámbito de trabajo, estuvieron todos encuadrados en el mismo convenio antes de la privatización, y son todos, además, trabajadores de Roggio.