En abril, Othacehé autorizó el ingreso de la empresa 216 en recorridos que correspondían a Transporte del Oeste (hoy Ecotrans). Como lo denunciaron los compañeros de TDO en su momento, eso significaba un gran golpe al funcionamiento de Transporte del Oeste. La superposición implicaba la pérdida de un gran contingente de pasajeros en uno de los recorridos neurálgicos con que cuenta TDO. No es un secreto que detrás de esto había un gran negociado. Esos recorridos tremendamente rentables constituyen un botín largamente acariciado por las grandes empresas del transporte de la zona oeste y en particular por la 216, que se ha transformado en el principal grupo económico de Merlo. Esta adjudicación, al mismo tiempo, significaba un atentado contra los usuarios, pues de la mano de la adjudicación venía una readecuación de la escala tarifaria. En otras palabras, un aumento de los boletos.

Ya Othacehé se había quedado con las ganas cuando se precipitó la quiebra de TDO y las empresas de la zona revoloteaban como buitres, pretendiendo quedarse con los despojos. La extraordinaria movilización huelguística a fines de 2003 y los primeros meses de 2004 impidió el desguace.

El estrecho vínculo de Othacehé con la 216 puede medirse por el siguiente hecho. En el lapso de dos meses, hizo lo imposible para mantener firme la adjudicación. En abril, como dijimos, dispuso la medida; en mayo dio marcha atrás para, renglón seguido, volver a confirmarla.

Esta última noticia terminó de encender los ánimos entre los compañeros de la línea. Othacehé recibió, por los canales que se abrieron, la advertencia de los choferes de TDO: o se daba marcha atrás con la resolución o los trabajadores de TDO procedían al bloqueo total de las arterias y rutas estratégicas del distrito. El hombre de la mano dura no tuvo más remedio que aflojar y pedir la escupidera.

Un gran triunfo de los trabajadores y el pueblo de Merlo. Logramos defender los puestos de trabajo y un transporte para todos.

Los compañeros de TDO van por más. El siguiente paso es quebrar la maniobra de la UTA, quien viene dilatando las elecciones de delegados. El Ministerio, pese a todas las denuncias, no ha arbitrado los medios para destrabar el conflicto, lo cual habla del contubernio que existe entre el gobierno y la burocracia. Los compañeros de TDO se preparan para una nueva instancia de movilización, dirigida a imponer el reconocimiento de su organización gremial.