El jueves 13 de junio, docentes de todas las ramas de la educación, apoyados por padres y alumnos, ocuparon el Consejo Escolar de Lanús, en demanda de la ampliación de cupos y el sostenimiento de los comedores, la restitución de todas las ruralidades del distrito y una serie de demandas presentadas ante los consejeros.

Esta permanencia se llevó a cabo en la línea resuelta por el plenario de La Matanza del 8 de junio y el Encuentro de Ensenada.

Los compañeros debieron enfrentar a la patota del intendente Quindimil, un intento de desalojo policial orquestado por los consejeros y maniobras para poner a todos los docentes en su contra suspendiendo la entrega de cheques y licencias.

La valiente y decidida acción de los docentes, alumnos y padres desbarató todos los intentos y logró, a través de la solidaridad masiva de las escuelas del distrito, de organizaciones piqueteras de ATE Lanús, de centros de estudiantes y de los propios trabajadores del Tribunal N° 2, que funcione el Consejo.

Esta lucha sumió a la burocracia local del Suteba en una crisis, ya que frente a su parálisis la actitud de los compañeros de permanecer en el Consejo mostró el rumbo a la docencia de Lanús.

Como consecuencia de esto, la asamblea de Suteba del 18 de junio permitió un avance de la docencia antiburocrática, que por primera vez logró ganar la mayoría, reclamando que la dirección de la lucha quede en manos de los delegados de escuelas, votando la convocatoria a la Asamblea Nacional de Trabajadores ocupados y desocupados.

Los docentes de Lanús estamos frente a una nueva instancia en la lucha, con la importante responsabilidad de desmontar el movimiento antiburocrático y marchar hacia la huelga general educativa.