Sindicales

16/12/2010|1159

Pacto social: ‘No es lo que CFK esperaba’

El pacto social que anunció la Presidenta y los que viene firmando en tandas -petroleros, minería- están en ruinas. En la campaña electoral de 2007, fue un eje de campaña que tuvo que archivar antes de asumir. Según la prensa ‘destituyente’, el estancamiento obedecería a los avatares judiciales que amenazan a la camarilla de Moyano.

Sin que esto deje de ser cierto, el punto es que los petroleros (jerárquicos) llevan diez días de huelga con piquetes y cortes de ruta; ahora, también, se ha tomado de la emblemática Termap.

Antes que cuestionar los topes salariales que kirchneristas e industriales sueñan en un 18 ó 20%, ellos piden el cumplimiento de un convenio que está vigente, que entre otras cosas fijaba un aumento desde septiembre que no se cumplió, con una actualización salarial de entre el 15 y el 20%. Este sector de supervisión está empleando el método huelguístico y piquetero de las más radicalizadas huelgas del sector obrero, justamente lo que condena el núcleo del pacto social petrolero.

Hoy por hoy, la huelga afecta al 60% de la producción de crudo, pero el faltante de nafta super responde a otra realidad: las petroleras están haciendo su boicot, no bien terminaron de firmar el pacto social, para que se aumente el precio del combustible. El pacto social destinado a regular precios y salarios debutó con una feroz lucha por esos precios y esos salarios. Lo demuestra la cascada de reclamos por el doble aguinaldo.

El propio Daer ha obtenido un adicional de fin de año de 450 pesos para las grandes industrias, y menos según la cantidad de obreros: una migaja. Comercio está reclamando 1.000 pesos de bonificación para los súper. La carne consiguió 300 pesos para llegar a marzo. La gráfica Interpack tiene un plan de paros como refuerzo de fin de año. Varios bancos reclaman lo arrancado por el Ciudad: 7.000 pesos de premio por ganancias. En las fábricas automotrices, crece la inquietud, puesto que los convenios se firmaron por seis meses. En las mecánicas, se anestesia a los compañeros con camionadas de horas extras que disimulan la caída del salario real en medio de un boom comercial. Aceiteros abrió su discusión paritaria reclamando 5.000 pesos de mínimo. Moyano da vueltas sin rumbo, porque está arriba de un volcán.