Sindicales

23/7/2015|1373

Para que la 60 triunfe


El conflicto de la Línea 60 comienza su cuarta semana, instalándose como un centro de resistencia popular, rodeado de la solidaridad de gremios, delegados y organizaciones sociales, políticas y juveniles.


 


Se ha realizado un corte del Puente Pueyrredón y dos masivas movilizaciones obreras a la Secretaría de Transporte y al Ministerio de Trabajo, sin que el gobierno haya movido un dedo para solucionar la parálisis de un servicio público que transporta 250 mil pasajeros por día.


 


Por el contrario, hizo correr una intervención judicial del juzgado de Servini de Cubría, que estableció un cerrojo de la cabecera de Constitución, donde permanecen una treintena de trabajadores como rehenes de la Policía Federal. El que salga no puede reingresar al predio y ya se han manifestado necesidades de atención médica y alimentos, cuyo ingreso es retaceado por el bloqueo policial. Otro tribunal de provincia impuso la vigilancia de la cabecera de Maschwitz con custodia policial. Allí, un operativo de fractura del conflicto, por medio de la salida de unidades conducidas por carneros, vinculados con la UTA, está siendo resistido por los trabajadores.


 


La absoluta indiferencia del gobierno y sus ministerios, responsables ante un conflicto de semejante magnitud, sólo puede entenderse como un apoyo total a la estrategia de la empresa Dota, que se propone quebrar al cuerpo de delegados antiburocrático, y en particular al activismo de la cabecera Constitución, donde se han producido la totalidad de los despidos y se ha concentrado el operativo policial.


 


El origen del conflicto fue una avanzada de la patronal, que planteó al cuerpo de delegados que iba a producir una limpieza de personal, sobre la base de despidos invocando el artículo 45 de la Ley de Contratos de Trabajo -esto es, sin causa, haberes a disposición, práctica erradicada de los usos y costumbres de la línea. Lo que habla de la intención patronal de encarar una reestructuración de la línea, para lo que necesita domesticar a la representación gremial.


 


Despidió a un primer chofer con esa modalidad. La resistencia de los trabajadores, con una medida de tres días de no cobro de boleto (Sube) fue respondida con un lock-out de la patronal, que abandonó las cabeceras, retirando a la totalidad de administrativos e inspectores y despidió a 46 choferes más. Todo hace pensar que, mientras retoma el control de las cabeceras, se juega al desgaste de los trabajadores para comenzar a sacar unidades conducidas por carneros de la línea o de afuera.


 


Los trabajadores, por su lado, tienen un pliego de reclamos de larga data, aparte de la reincorporación de todos los despedidos: los 47 actuales y otros tres de tiempo atrás, con juicios de reinstalación. Entre ellos, el cobro de los sueldos no pagados a los delegados, la restitución de ítems salariales suspendidos y condiciones perdidas de trabajo.


 


La UTA ha fracasado en un primer intento de organizar el carneraje de la lucha y ahora declara que firmó en el Ministerio de Trabajo una conciliación con los últimos 47 despedidos trabajando. Pero los delegados denuncian que no han sido notificados ni invitados a una mesa de negociación, como condiciones mínimas para considerar alguna propuesta.


 


Los trabajadores siguen firmes en las cabeceras, organizan la permanencia con carpas, fogones y alimentos y se organizó un festival solidario de rock el domingo 19. Choferes de Ecotrans vienen apoyando, junto a otras líneas, todas las medidas, y jóvenes de la UJS y el Partido Obrero colaboran con el fondo de lucha y la organización en las cabeceras. Locales de la zona sur de Capital organizaron una gran volanteada y recolección de un fondo de huelga en la cabecera de varias líneas en Pompeya, ante la mirada amenazante e impotente de elementos de la pesada de la UTA.


 


Llamamos a redoblar el apoyo a los compañeros de la 60. Extender la lucha y aumentar la movilización con una gigantesca marcha obrera y popular al centro del poder político en Plaza de Mayo.


 


¡Fuera la policía de las cabeceras! Por la reincorporación de todos los despedidos, el pago de los días caídos, el pleno reconocimiento a la actividad gremial y la restitución de haberes.


 


 


 


Foto: Nico Bartolucci