El jueves 17 de julio los maestros porteños cumplimos una gran jornada de lucha. La docencia paró, se movilizó y participó masivamente de una asamblea abierta para deliberar cómo convertir este paro en un verdadero plan de lucha.

Pese a la amenaza del ministro Mariano Narodowski de descontar el día a los huelguistas, el acatamiento fue casi total: 95% en escuelas públicas y 65% en las privadas. También hubo un alto acatamiento de los compañeros precarizados del área de Educación del Gobierno de la Ciudad. Este es el segundo paro que protagonizamos los docentes de Capital.

Luego de la movilización se llevó a cabo una asamblea abierta con mandato de base, en la que participamos cerca de 150 docentes. La mayoría de las intervenciones planteó el reclamo de paros progresivos en agosto. Asimismo la asamblea se pronunció a favor de la unidad de los sindicatos docentes, priorizando la lucha por el salario y la mejora integral de las condiciones laborales; y que las asambleas abiertas sean el ámbito donde se resuelva qué le exigimos al gobierno y qué medidas de acción llevamos adelante.

Con esta gran jornada de lucha quedó sentado el mandato claro de los docentes a las conducciones sindicales de poner en pie el plan de lucha.

Se resolvió convocar a una nueva asamblea abierta el 14 de agosto. Frente a las trabas burocráticas de las conducciones sindicales que nos llevan a una derrota con medidas poco contundentes, aisladas y que atomizan al sector, llenemos la asamblea de mandatos. Vamos por un plan de lucha con paros progresivos hasta ganar.