El 3 de enero, los trabajadores de Fate llevaron adelante un macizo paro de 24 horas.

La medida, dispuesta por el Sutna San Fernando, fue llevada adelante por los tres turnos y con un apoyo total. Una asamblea anterior había mandatado a la dirección seccional y el paro se dispuso por el empantanamiento de una negociación de larga data.

Los que se reclama es un piso del 26,5% para el premio celular (un adicional atado a la producción, asociado a un sistema de células multifuncionales), el cual es manejado por la patronal y se viene pagado a la baja sistemáticamente. La empresa argumenta, cínicamente, que esto es a causa del alto nivel de ausentismo, cuando en realidad los trabajadores se enferman y accidentan justamente por el régimen de trabajo. Paga sólo la base (6%) en muchas secciones, afectando hasta un 40% del salario. Este premio, además de ser una herramienta de castigo económico, es el centro de un sistema refinado de explotación, implementado por la empresa hace más de una década con la complicidad de la burocracia sindical que dirigía la fábrica en esos años. Los trabajadores piden elevar la base fija, lo que daría previsibilidad al salario y atenuaría la condicionalidad de su cobro.

Otros reclamos pendientes son el pago de 200 horas por el fraccionamiento de vacaciones, cuya fecha de inicio será en los primeros días de febrero. Y el bono de fin de año por la pérdida adquisitiva del salario, debida a la inflación.

Las malas condiciones de trabajo, el levantamiento de pesos excesivos, los elevados ritmos de trabajo, las máquinas antiguas y en mal estado, más las altas temperaturas a las que se encuentran afectados y los niveles de toxicidad, producen un deterioro en la salud de los trabajadores, quienes ahora declaran sus enfermedades y accidentes, y hacen cumplir sus licencias, lo que resulta en un aumento del nivel de ausentismo. A causa de estas irregularidades, luego de las denuncias realizadas por la seccional y varias movilizaciones, el Ministerio de Trabajo declaró en infracción a la empresa por varios hechos. Un par de semanas atrás, un trabajador que pertenece a Vulcanizado, sector con elevada carga térmica, se desvaneció y sufrió un fuerte golpe en la cabeza, hoy sigue internado con pronóstico reservado.

Por todo esto, reclaman mejores condiciones de trabajo ya.

Los sectores jerárquicos y el personal de seguridad actúan como patota patronal, intimidando y amenazando sistemáticamente a los trabajadores y delegados, lo que genera un clima hostil dentro de la fábrica.

Por la masividad del paro, la empresa vio venir una profundización del plan de lucha y solicitó al Ministerio de Trabajo la conciliación obligatoria y la presencia de la gendarmería en la puerta de la fábrica. Pateó el conflicto hasta el 27 de enero para intentar enfriarlo.

Los trabajadores convocan el día 15 de enero a una movilización al ministerio, entre otras medidas.

Todo indica que el arranque de las paritarias será tan caliente como las temperaturas que venimos soportando. El reclamo de los trabajadores de Fate es sólo la punta del iceberg de lo que vendrá, un año conflictivo donde los trabajadores serán protagonistas. Por lo pronto, no le aceptan a Watsejko su vieja idea de una paritaria por dos años. Ahora menos que nunca.

Donald