Sindicales

15/11/2017

Parazo judicial contra la reforma laboral

Más de 1.500 trabajadores se movilizaron.


En el día de la fecha, más de 1.500 trabajadores judiciales pararon y se movilizaron para manifestarse contra la reforma laboral que Macri, con el apoyo de la Corte, pretende hacer pasar en todo el ámbito de la justicia.


 


Ante un Palacio de Justicia con su acceso principal nuevamente vallado, se hicieron presentes enormes delegaciones de la Justicia Nacional, de la Justicia de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires, así como del Ministerio Público de la Defensa y del Ministerio Público Fiscal, afectados a su vez por los proyectos de reforma de las leyes orgánicas de ambos ministerios. Al mismo tiempo, pararon los judiciales bonaerenses, de Corrientes y de otras provincias preocupados por el efecto dominó que tendrá la reforma del Reglamento del Poder Judicial de la Nación sobre las cortes provinciales. Es la primera respuesta activa de la clase trabajadora contra la reforma laboral.


 


Radiografía del paro


 


Por su parte, la oposición referenciada en las comisiones internas combativas de los fueros Penal –con una gran participación–, Civil y Comercial Federal, Civil y Laboral tuvieron una presencia destacada como frente Multicolor y agruparon a más del 60 por ciento de los trabajadores presentes en la movilización.


 


Estuvo también presente el Sitraju Nación –un sindicato paralelo a UEJN, impulsado por los K–, pero no así el Sitraju Ciudad, que no llamó a parar, movido por su interés por avanzar en el traspaso a ciudad.


 


Tras los ataques del gobierno de la semana pasada, cuando acusó a los judiciales poco menos que de vagos, los trabajadores confluimos en esta movilización con un caudal de reivindicaciones crecientes: recomposición salarial, pase a planta de los interinos y contratados, reescalafonamiento del personal de maestranza en las Defensorías y Fiscalías, que se cubran todas las vacantes frente al colapso de las oficinas judiciales, abolición del impuesto al salario y defensa de todas las licencias especiales que el gobierno pretende eliminar, así como la eliminación de la polifuncionalidad y la flexibilización a la que ha llevado la “modernización” del Poder Judicial.


 


Reclamo de plan de lucha


 


El secretario general del sindicato, Julio Piumato, fue el único orador del acto que se realizó en Plaza Lavalle. Durante 40 minutos, habló de la reforma laboral y la desmenuzó punto por punto. Cuando cualquiera hubiera esperado de su discurso que se desprendiera la convocatoria a un plan de lucha, eso nunca ocurrió: terminó de hablar y se retiró.


 


Pero mientras estuvo arriba del escenario los cánticos de la oposición reclamando un paro se extendieron más allá de las propias filas y pudo verse incluso a la base de la burocracia prenderse a cantar. La necesidad de un nuevo paro preocupa a todos los trabajadores y queda claro que una medida aislada no resuelve nada. Pero esa respuesta no vendrá de quien se paseó todo el año pasado con Garavano hablando de la reforma laboral que ahora pretende combatir.


 


Vamos por paros escalonados


 


Es necesario impulsar un debate profundo en las dependencias judiciales y poner en pie cuerpos de delegados con mandato de oficina. Que las asambleas decidan y que el plenario de delegados instrumente las medidas. Este paro tiene que ser el comienzo de un plan de lucha. Ahora, el activismo debe deliberar en torno a la necesidad de avanzar a un plan de paros progresivos o escalonados (24, 36, 48 y 72 hs). Esa ha sido la propuesta de la Agrupación Bermellón, que buscará llevar a todas las oficinas de la justicia nacional.


 


El 6 de diciembre está planteado que los trabajadores judiciales, con el método de la organización de base, confluyamos en la movilización a Plaza de Mayo convocada por los sindicatos combativos contra la reforma laboral.


 


Esta lucha recién comienza.


 


Abajo la reforma laboral. No al traspaso.