Sindicales

6/10/1994|429

Pardo “bajó” a fábrica para defender a la patronal

El viernes 30, Pardo, de la directiva del Smata, “bajó” a la fábrica a realizar una asamblea, para plantear a fondo la política del sindicato con relación al convenio de trabajo. Lo que Pardo propuso, en definitiva, es poner en marcha la “ley de reforma laboral” que el Congreso aún no trató, es decir, liquidar derechos obreros decisivos.


La asamblea se inició con un informe que planteó lo siguiente:


a) Que la patronal ofrecía un aumento por “productividad” del 5% para los próximos tres años, el cual fue rechazado por el gremio.


b) Que la obra social del Smata ha visto disminuidos sus ingresos en un 12 por ciento, como consecuencia de la reducción de los aportes patronales en las ramas de tractores y autopartes, y que si esta reducción se llega a extender a toda la rama automotriz, la obra social entraría en colapso, pues cubriría sólo el 45% de las prestaciones actuales.


c) Que es irreversible la separación de Autolatina, y dejó entrever que hay una posibilidad de que la planta de camiones de Pacheco se traslade a otra Provincia.


d) Que el sindicato estaba de acuerdo con la “tercerización”, aunque se debía buscar la reubicación de los trabajadores “sobrantes” de acuerdo a su capacidad.


e) Que el convenio de General Motors era beneficioso, porque con el sistema de “células”  los operarios tomaban parte “del manejo de la fábrica”, recalcando que eran infamias los volantes de la izquierda que denunciaban a este acuerdo como negrero.


Los términos del convenio con la General Motors y con otras empresas ya se están aplicando en Autolatina, como se percibe en los anuncios de que serían levantadas secciones enteras, como balancines y sub-armado, y el achique sensible de mantenimiento y otras menores.


La empresa advirtió que despedirá a 700 trabajadores, los que pueden ser más si pone en marcha todo el plan de “flexibilidad”, tercerización y multiplicidad de tareas. El mismo 29/9, ante el apriete de la patronal y con la anuencia del sindicato, se llegaron a producir de 210 a 230 autos por día, gracias a la prolongación sistemática de la jornada a 12 horas (con el salario congelado). El sueldo básico es de 470 pesos; si se liquidan las extras, no se podrá llegar más al tope de 900 pesos.


Está claro que debemos rechazar la propuesta de convenio que están discutiendo la patronal y la burocracia, en donde el único punto de divergencia parece ser el porcentaje de aumento que se daría por una mayor intensificación del trabajo. La propuesta alternativa debe girar en la defensa de la jornada de ocho horas con un básico igual al que hoy tratan de sacar los trabajadores con las extras, es decir, 900 pesos.


Asimismo, es necesario plantear un convenio único para todas las fábricas, discutido con paritarios elegidos en Asamblea.