Sindicales

22/3/2012|1215

Paritaria de la UOM, batalla clave

Se realizó plenario metalúrgico por la Conferencia Sindical

La paritaria de la UOM se ha transformado en la más importante luego de la de los maestros. A los metalúrgicos se les pretende enchufar el tope testigo del 20 por ciento.

La estrategia “genial” de Caló fue desplegada en el congreso de delegados de la seccional Capital, ante unos cien delegados de los 250 que componen el total. Con una entrada teatral -para evitar todo debate-, Caló explicó que en esta oportunidad “escucharemos cuál es la oferta de la patronal, que ellos digan cuánto están dispuestos a dar”; “nosotros a partir de allí, veremos qué aceptamos”.

El ala “progre” -el “Barba” Gutiérrez- en el congreso de Quilmes sugirió -no votó- un 26,5 por ciento. La trampa es que no aclaró si los adicionales de 300 pesos por mes quedaban absorbidos por ese reclamo, porque en ese caso el aumento se reduce a un ¡16 por ciento! real, al bolsillo, y muy lejos de la canasta familiar de 6.300 pesos.

Al congreso de Avellaneda asistió menos del 40 por ciento de los delegados de la poderosa seccional. El debate fue copado por la disputa interna y en la CGT: “bancamos a Moyano hasta julio, luego la UOM decidirá el mejor secretario general de la central”.

En San Martín hubo una amenaza de “sanciones disciplinarias” al cuerpo de delegados de Emfer, por tratar de organizar la rama Reparaciones Ferroviarias a la que pertenecen. Luego Emfer, acompañada de la oposición antiburocrática de la seccional, votó en contra del mandato en blanco al Consejo Directivo Nacional de cara a las paritarias.

En la seccional Morón, el Congreso no se hizo aún. En Faradei, metalúrgica de Quilmes, hubo un paro y ocupación por dos compañeros despidos que después fueron veinte, finalmente reincorporados en el marco de una conciliación. Es decir que el gremio está desmovilizado como consecuencia exclusiva de la política de su dirección.

Por parte de la patronal hubo una señal muy tomada en cuenta por el activismo: Techint rebajó el premio anual al monto que otorgó en 2009, de manera que vienen con los tapones de punta.
En un año de tarifazos e impuestazos, la estrategia de Caló no está en función de los metalúrgicos, sino de la política del gobierno kirchnerista.

Los “techos” de Paolo Rocca, la UIA y Cristina se pueden romper. Pero el activismo combativo de la UOM tiene por delante una batalla política para quebrar la política de las distintas alas de la burocracia metalúrgica, todas bajo el paraguas del kirchnerismo y la subordinación a la Unión Industrial.

Un plenario de activistas metalúrgicos, que convocamos desde el Partido Obrero, votó una campaña por los 5.000 pesos de básico, 2 por ciento por año de antigüedad y la creación de la postergada categoría de oficial múltiple superior, y reclamar que se convoquen asambleas fabriles, así como que ningún aumento se firme sin un debate en nuevos congresos con mandatos en cada empresa.

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