Paritaria del subte, una oportunidad perdida

La Comisión Directiva del sindicato del subte firmó un acta de convenio con Metrovías, y ante la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad, que establece un aumento salarial de 23 por ciento, con vencimiento al 28 de febrero de 2014. Lo hizo poco después de que la UTA hubiera cerrado el mismo acuerdo. El acta agrega otras reivindicaciones, como la ampliación de cupos en la bolsa de trabajo para familiares de trabajadores y ciertas licencias.


¿Qué evaluación hacemos de este acuerdo? En primer lugar, el aumento salarial es a la baja, teniendo en cuenta que la inflación estimada para el período fue de un 30 por ciento y que venimos de una corrección del período anterior que también fue a la baja. Luego, recordar que el mandato de las asambleas de línea fue del 30 por ciento. La directiva lo rebajó al 28 por las suyas y terminó firmando por el 23. Esta reducción del salario se verá con crudeza después de agosto, cuando se terminen de cobrar los retroactivos.


Pero lo más importante es el método empleado: una vez más se fue a la rastra de la burocracia de la UTA, siendo que éste es el gremio minoritario, exclusivamente por favor y gracia del gobierno K que se niega a reconocer a la AGTSyP. La actitud vergonzante de los signatarios queda revelada por su firma “ad referéndum” de una consulta a las bases, que no sería criticable si se convocara a asambleas por línea y una asamblea general, las cuales nunca se realizan.


En el viejo cuerpo de delegados, el que hizo historia, las medidas no se levantaban hasta que la totalidad de las líneas no hubieran aprobado las actas propuestas, y menos cuando firmaba Palacios. Esta firma deja al subte por detrás de otras expresiones del movimiento obrero en estas paritarias, como los periodistas, Fate, azucareros de Salta y Jujuy, decenas de gráficas o las fábricas de la alimentación, que reclaman 35 por ciento o más.


Pero hay algo más: en el cuadro de los ataques macristas al salario y las condiciones de trabajo, la movilización del sindicato alrededor de todo un programa para el debate paritario -flexibilización, tercerizaciones, seguridad- hubiera modificado la relación de fuerzas y abierto el camino para la conquista de la personería de la AGTSyP y la expulsión de la UTA.


¿Para qué se pidió que Macri se haga cargo? ¿Para comernos ahora sus topes salariales sin lucha? Antes, porque aceptábamos los topes “nacionales y populares” de Tomada, el socio de Pedraza que jamás nos dio la personería, por la dependencia de los subsidios, etc. ¿Y ahora?


Este balance debe formar parte de asambleas de sector autoconvocadas por los delegados de las líneas. Sus conclusiones serán parte de la discusión y votación de los nuevos delegados que próximamente se elegirán en todas las líneas.