Sindicales

9/3/2022

Paritaria petrolera: la reforma laboral y previsional en marcha

La misma solo engorda la bolsa de la burocracia.

Marcelo Rucci.

Como era de prever, el nuevo secretario general del sindicato petrolero de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Marcelo Rucci, fuera de su verborragia contra las patronales, sigue la línea de su antecesor de firmar paritarias a la baja a cambio de una suculenta bolsa para las arcas que administra la burocracia.

Con sumas no remunerativas, aumentos que llegan tras largos meses de inflación, y ahora con un cambio del período paritario, los obreros del sector siguen perdiendo poder adquisitivo mientras el propio Rucci reconoce que “aún no recuperamos todos los puestos perdidos en la pandemia” (Vaca Muerta News, 5/3). Esta pérdida de poder adquisitivo y puestos de trabajo se agrega al hecho del aumento en la producción y productividad por trabajador, un festival de plusvalía para las petroleras basado en la superexplotación de los trabajadores.

El arrastre de las paritarias anteriores y el reciente acuerdo

La paritaria petrolera era de abril a marzo de cada año. Pero en 2020 se firmó un acuerdo de 14 meses, trasladando el período paritario de mayo 2021 a abril 2022.

Luego la burocracia y las patronales ejecutaron otra maniobra antisalarial: cerraron esa paritaria larga con un 30% pero que se pagó varios meses después de cerrada llegando hasta octubre 2021 (15% en junio, 7,5% en agosto y otro 7,5% en octubre). De esta manera se usaron porcentajes salariales que correspondían a la paritaria 2020/2021 mas de la mitad del período que debía abarcar la paritaria 2021/2022, pagando con pesos recontradevaluados por la inflación.

Esta devaluación salarial se completó, dejando sin compensación durante todos los meses del año 2021 por la paritaria 2021/2022, con un 35% pagadero a partir del año siguiente: 15% en enero 2022, 10% en marzo y 10% en mayo. El acuerdo salarial 2021/2022 (junio 2021 a mayo 2022) quedó reducido a ese porcentaje para una inflación que según el Indec a octubre de 2021 ya llevaba acumulado un 14%, faltando aún para el término del período paritario siete meses. Y, nunca está demás reiterarlo, en un período de aumento de los volúmenes de producción petrolera y de la productividad laboral.

Ante semejante entregada, y el descontento de las bases, luego tuvieron que adelantar el 15% previsto para enero 2022 a diciembre del 2021.

En el acuerdo que acaban de firmar para cerrar la paritaria 2021/2022 se adelanta el 10% de mayo 2022 a marzo, por lo que en el presente mes se cobrará un 20% de aumento, pero sobre los salarios de noviembre 2021. La nueva paritaria basada en “adelantamientos” de porcentajes ya negociados, tuvo que adicionar un ingrediente que simulara una actualización: “un incremento adicional equivalente a la diferencia porcentual resultante entre el porcentaje total del IPC acumulado por el período junio 2021 y marzo de 2022 y el 35% ya otorgado, a aplicarse sobre los valores salariales vigentes al mes de noviembre de 2021”.

Una hipocresía total porque la evolución del IPC del Indec (nivel general) con base en junio 2021 y suponiendo un 4% en febrero y marzo 2022 acumula 36,4%, un diferencial de apenas 1,4% más que el 35% ya otorgado, y encima aplicado sobre los haberes de noviembre 2021, no los de marzo 2022. Vuelven a perder poder adquisitivo los obreros petroleros.

Otro “detalle” es que se vuelve al período paritario de abril a marzo de cada año, pero con una base salarial severamente deprimida por la sucesión de acuerdos a la baja. Con mayor flexibilización laboral (adenda y la adenda de la adenda), con salarios a la baja, aumentos de productividad, la burocracia sindical es una adelantada de la reforma laboral.

Con las sumas no remunerativas sobre las cuales las patronales no pagan contribuciones patronales (ni obra social, ni caja jubilatoria), además se ejecuta parte de la reforma previsional.

El último “detalle” del acuerdo firmado esta semana, es que las empresas (que se eximen de pagar las contribuciones patronales a la jubilación) son absolutamente generosas con la caja sindical, ya que abonarán a cada sindicato firmante la suma de $ 35.000 por cada trabajador alcanzado por el acuerdo. Para el caso del sindicato de Neuquén, Río Negro y La Pampa se trata de más de $ 800 millones. Un coima monumental.

Aunque sea una tarea titánica, las bases petroleras tendrán que exigir paritarios electos desde abajo y un pliego de cara a la paritaria 2022/2023. De lo contrario habrá nuevas entregadas.