Los petroleros de Cerro Dragón pararon por despidos. La UOM Campana tuvo que denunciar los despidos de contratados en Siderca por presión de las secciones. Otros dos sindicatos han mirado al costado ante despidos muy importantes: el Smata ante doce despidos en VW y rumores de 600 “retiros voluntarios” en puerta y, peor aún, La Bancaria ignora 300 despidos en el Banco Hipotecario, el mismo que la presidenta dijo en su discurso de cuatro horas que ganó 570 millones de pesos.

 

Indudablemente el tema despidos está a la orden del día y por lo tanto una campaña política por la prohibición de despidos y el reparto de horas sin afectar el salario, para detener golpes y golpes al ritmo de la recesión.

 

La cuestión del impuesto al salario, por otro lado, cobra crecientemente más temperatura. Los sindicatos del transporte no logran ni un caramelo que les permita negociar el paro. Al contrario, La Bancaria ya no puede evitar la discusión para adherirse y otro tanto empieza a ocurrir con la desmovilizada CGT Moyano. En este tema se han producido dos pronunciamientos programáticos de importancia. La Bancaria plantea extender a todo el gremio la conquista de los bancos Provincia y Ciudad, donde la patronal compensa la totalidad del importe. Recordemos que en el diario Tiempo Argentino los trabajadores lograron la compensación de una parte. La otra gran novedad es que el cuerpo de delegados del Subterráneo, al mismo tiempo que nominó al histórico delegado clasista de la Naranja, Charly Pérez, como paritario, fijó el pedido de un bono por el 100% de los descuentos de ganancias. Antecedentes de enorme importancia en el movimiento obrero, porque abren una ruta frente a la intransigencia patronal de Kicillof-Kirchner y por otro lado meten presión a la patronal como clase para presionar ella misma al gobierno.

 

En materia de paritarias hay también varias novedades. La Federación Aceitera reclama el 42% de aumento, fuera de toda disciplina con el pedido de Tomada a la burocracia para reclamar del 30% para abajo. Los aceiteros van por un mínimo de 14.931 pesos que debería ser, en rigor, el salario de todo trabajador, la canasta familiar. En bancarios, si se trasladan los montos fijos de enero, febrero y marzo, el aumento sería de 31%, modesto pero que lleva a una verdadera masacre al 60% del gremio alcanzado por ganancias. Y, desde luego, la gran novedad es el reclamo del Subte, aprobado en su pleno de delegados, de un 40 y 2% por año de antigüedad.

 

Las paritarias, ganancias y despidos serán temas del plenario convocado por la seccional San Fernando del Sutna con vistas al paro del 31 de marzo.