El martes 22, en Pilar, los trabajadores de Parmalat pararon en forma sorpresiva por el atraso y la negativa a pagar adelantos y entregar tickets canasta. La situación de zozobra que viven los compañeros al no saber con claridad cuáles son los planes del “señor Taselli” puso en evidencia que detrás de la aparente quietud, la fábrica está parada sobre un volcán. La bronca de algunos compañeros estalló, impulsando al resto. Pararon de una a siete de la tarde y la patronal los recibió a través de su gerente, que se comprometió al pago, el cual comenzó a efectuar al día siguiente.

 

¡Bien por los compañeros! Esta pequeña muestra de que se puede, debe servir para recomponer la indisoluble unión de los trabajadores de la fábrica con Carapachay y Chascomús, para enfrentar el vaciamiento.