Sindicales

5/9/2020

Paro de colectivos en Buenos Aires

Es necesario impulsar la intervención independiente de los choferes.

El paro de colectivos que alcanza alrededor de 80 líneas del conurbano bonaerense y la ciudad de Buenos Aires, y en ciudades del interior como Mar Del Plata, se produce particularmente en las empresas pertenecientes al grupo Dota. El sector de la burocracia de la UTA liderado por Miguel Bustinduy de la Agrupación Palacios, impulsó este paro de actividades en las líneas en las que controla los cuerpos de delegados.

Salarios congelados y deudas

La situación salarial de los choferes es el plafón para un fuerte descontento entre la base de los trabajadores de UTA con la conducción del “Gallego” Fernández, ya que vienen con una fuerte pérdida del poder adquisitivo durante el macrismo, y con el salario congelado durante este año que se agrava con la inflación acumulada. La paritaria 2019 aún no cerró, y ni siquiera está en debate la del 2020.

A pesar de ser trabajadores esenciales, y que han prestado servicio sin parar desde el comienzo de la cuarentena, no han recibido ningún aumento, salvo un bono mensual de $3.200 de bolsillo. Lo que abundó en la zona metropolitana son los retrasos en pagos de salarios, descuento de viáticos e incumplimientos de medidas sanitarias y de higiene, lo que ha desenvuelto luchas con paro de actividades y asambleas por estos reclamos, principalmente en las líneas como la 540 o la 60.

La burocracia de Fernández abandonó cualquier reclamo de recomposición salarial, y se mantiene en completa parálisis haciendo un “gran aporte” al Pacto Social que tejen la CGT de Daer, los Moyano y compañía. Sin embargo no ha podido contener movilizaciones masivas en el Interior –con picos en Córdoba y Rosario- por deudas salariales en primer lugar. Los sectores más golpeados como son los choferes de larga distancia han sido abandonados a su suerte con enormes deudas salariales.

Bustinduy, Fernández y la disputa patronal por “dirigir” la UTA

Si bien hay razones de fondo muy importantes para una acción de lucha por el salario y las condiciones de trabajo, con las que Bustinduy reviste este paro, la orientación que guía al exhombre de Fernández es la defensa a ultranza de los intereses del grupo Dota. Tanto es así que el paro de actividades se realiza con “libertad de acción” por parte de este grupo empresario, que lejos de caracterizarse por dar garantías a la libertad sindical en sus líneas, recurre a la persecución y las represalias de todo tipo, incluyendo despidos antisindicales, contra quienes no responden a Bustinduy.

El “permiso” de Dota para que se realice este nuevo paro de actividades se apoya en el “reclamo” de esa patronal contra el Ministerio de Transporte que lidera Mario Meoni, que acaba de entregar las líneas 141 y 36 a “Misión Buenos Aires” de Marcelo Zbikoski, hermano de los dueños del poderoso grupo Metropol vinculado a Mercedes Benz, relegando en la contienda el Grupo Dota.

Esta disputa entre los pulpos capitalistas, Dota– Agrales vs Metropol- Mercedes Benz, tiene su reflejo en la interna de los burócratas Bustinduy y Fernández que responden respectivamente a cada grupo, y ninguno a los intereses de los trabajadores. Como ha sucedido en paros recientes impulsados por Bustinduy, el grupo Dota apuesta a posicionar al moyanista Bustinduy de cara a disputar la conducción del gremio, con el objetivo de colocar la organización sindical bajo sus intereses. El interés de Moyano de poner a un ministro de transporte de confianza en lugar de Meoni, a quien rechaza, se explica en parte por la intención de reforzar su propia ala burocrática en la UTA favoreciendo con ello a Dota.

Es necesario impulsar la intervención independiente de los choferes

Las luchas del interior, con asambleas y movilizaciones masivas, y el surgimiento de autoconvocatorias, que se desarrollaron al margen e incluso en contra de las facciones de la burocracia, marcan un rumbo para el conjunto de los choferes por la defensa del salario, el reclamo de apertura inmediata de paritarias, y por las condiciones de trabajo.

Este es el tema central que debe ser debatido por los luchadores honestos, con el objetivo de poner en pie un agrupamiento independiente de las facciones de Fernández, y Bustinduy, de las patronales Mercedes Benz y Dota, y del gobierno.