El 20 de mayo, el paro fue rotundo, masivo, contundente. Incluso, la marcha en Congreso superó la tradicional lágrima de las movilizaciones celestes, y la columna de la oposición fue especialmente numerosa (la movida de la CCC volvió a salvarle las papas a la Celeste).

Pero la convocatoria estaba a contramano de una lucha.

Así, devolviéndole la flor a Yasky, Kirchner destacó que la Ley de Financiamiento Educativo del gobierno coincide con la que reclama Ctera. De todos modos, Filmus aclaró que “no habrá anteproyecto hasta terminar la ronda de conversaciones con los ministros de Educación y con los empresarios” (ídem).

Ofensiva privatista y clerical

Se trata de dilaciones, porque todos ya están de acuerdo. Es la Reforma de la Reforma, la misma del acuerdo Filmus-Asociación Empresaria Argentina, que reclama la definitiva integración de la escuela y la empresa, las pasantías masivas de estudiantes y de docentes en las fábricas, todo ello sostenido por los créditos del Banco Mundial y por el canje de deuda por educación.

“Nosotros tenemos la absoluta disposición a apoyar al gobierno —recalcó Yasky— y también a respaldarlo en la necesidad de una nue va ley de educación” (ídem).

Por eso, palabra de Filmus, “la huelga no rompe el diálogo” (ídem).