Sindicales

8/5/2020

Paro docente en la UNLu: una medida contra la flexibilización laboral

Secretario adjunto de la Asociación Docente de la Universidad Nacional de Luján

Los docentes de la Universidad Nacional de Luján, nucleados en el sindicato ADUNLu, realizamos las primeras dos jornadas de paro en rechazo al intento de una mayor flexibilización laboral que buscan imponer por estos días las autoridades universitarias, el gobierno nacional, las agencias multilaterales y las distintas burocracias sindicales.


El paro se desarrolló los días 6 y 7 de mayo en todas las sedes y centros de la universidad. Cabe destacar que se trató de la primera medida de fuerza realizada en una universidad nacional en el contexto de emergencia sanitaria y de la virtualización forzosa de la enseñanza. Con esta medida, que fue votada por una asamblea general del gremio, los y las docentes de la UNLu pusimos en marcha un plan de lucha por la defensa integral de nuestras conquistas y condiciones de trabajo, contra cualquier avance de flexibilización laboral y académica, por la aplicación de nuestro convenio colectivo y por una universidad pública al servicio de todos los trabajadores.


El paro tuvo una amplia repercusión que excedió largamente los límites de la UNLu. Concitó la atención de la prensa local, regional y especializada (portales de noticias, redes, radios y televisión) y fue destacado por docentes de otras universidades del país como una primera iniciativa que muestra, a través de la organización y la lucha, un camino a seguir para las asociaciones de base de la Conadu Histórica y de otras federaciones.


Lo que viene


En las próximas horas será necesario realizar una nueva asamblea de ADUNLu para establecer un primer balance colectivo sobre las acciones realizadas y, luego, sobre la base de una amplia deliberación avanzar en la continuidad del plan de lucha, cuyo primer objetivo es lograr la inmediata apertura de la paritaria local en la UNLu.


En esta lucha que docentes y estudiantes deberemos impulsar en todas las universidades, vamos por nuestras necesarias reivindicaciones: el otorgamiento obligatorio de todas las licencias laborales; el nombramiento de nuevos cargos para cubrir vacantes; ningún docente deberá trabajar más tiempo de la dedicación que le fue asignada; el reintegro de $5.000 por docente para cubrir los gastos del trabajo domiciliario; ningún docente podrá sufrir reducción salarial mientras dure la emergencia sanitaria; capacitación gratuita y en servicio; se deberán establecer pautas de trabajo para el dictado de las clases virtuales; cumplimiento de los recesos invernal y estival; inmediata designación de las/os becarios de investigación; acceso a internet absoluto y efectivo sin consumo de datos y la entrega de equipamiento tecnológico para todos los/as estudiantes; y que se explicite el carácter absolutamente transitorio y excepcional de la enseñanza virtual.


Como expresamos en nuestra última asamblea: “no queremos una universidad que flexibilice a los trabajadores ni que expulse a sus estudiantes”.