El sábado 26 en una máquina del sector radial-auto se produjo un nuevo “accidente” de trabajo, donde el compañero Saúl Romero perdió la mano izquierda. El dispositivo de seguridad de la máquina cortadora se encuentra sólo de un lado de esta; en consecuencia, los lectores ópticos no detectaron la presencia del compañero, lo que produjo que la máquina siguiera en funcionamiento y atrapara su mano.

Rápidamente los compañeros del Sutna San Fernando se dirigieron al sector, donde la patronal ya había iniciado modificaciones en la máquina con el fin de cubrirse frente a los trabajadores que presenciaron los hechos sucedidos. En ese mismo momento se iniciaron recorridas por toda la fábrica, cubriendo sector por sector y turno por turno, convocando una asamblea general de planta el martes 29 para resolver el paro total de actividades.

A esta resolución de asamblea se le sumaron otras de mucha importancia. Se resolvió exigir la renuncia del gerente de seguridad e higiene, Mario Zelaya, cara visible de la nefasta política de la patronal en el tema. Los compañeros resolvieron, también, donar la paga de una jornada completa de trabajo al compañero Saúl Romero, exigiendo que, a su retorno, la patronal le designe tareas acordes.

La patronal de Madanes Quintanilla mantiene su política de súperexplotación a pesar de la decena de fallos en su contra y de exigencias del Ministerio de Trabajo. La audiencia a realizarse en el ministerio de Tigre tratará el incumplimiento de todas estas resoluciones. Allí, el Sutna San fernando, exigirá el inmediato cumplimiento de todo el pliego de reivindicaciones referidas a la seguridad e higiene de toda la planta.

El paro realizado fue una nueva muestra del grado de organización de la planta. En esta oportunidad, motorizado por la indignación del conjunto de los trabajadores frente a la desidia patronal, que mantiene en riesgo permanente la vida de los trabajadores. La masiva asamblea general también resolvió parar en forma inmediata frente a cualquier nuevo accidente en la fábrica.

La situación vivida por el compañero Saúl ha hecho emerger la situación en la cual trabajan los compañeros en muchos sectores de la fábrica. La transformación inmediata de las condiciones de trabajo es de primer orden. La gran cantidad de conquistas logradas en la última etapa, incluso en materia de seguridad e higiene, deberán ser un incentivo para pelear por el resguardo de la salud del conjunto de los trabajadores.

Alrededor de estos reclamos tendrán que incluirse otros que se encuentran estrechamente ligados. Tal es el caso de la posibilidad de los delegados de sector de ingresar a los cuatro turnos, hoy imposibilitados de hacerlo. Es el momento de dar un nuevo salto en la organización en Fate y terminar con las condiciones de trabajo a las cuales nos someten los patrones “nacionales y populares”.

Juan Pablo Rodríguez