Sindicales

26/8/2010|1143

Paro en Mercedes Benz

En las últimas horas Mercedes Benz se ha convertido en un polvorín a punto de estallar.A la patronal ya no le alcanza con los más de mil despidos del último año y medio (encubiertos bajo la forma de retiros voluntarios) sino que se prepara para despedir a los que entraron en el “convenio” firmado con el Smata a principios de año, por el cual se puso en “disponibilidad” a centenares de compañeros que se encuentran suspendidos hasta diciembre (aunque por una necesidad de la empresa la mayoría se reincorporó transitoriamente). Al mismo tiempo que los manda a sus casas nuevamente la patronal tapa ese agujero agregando los sábados (horas extras) al diagrama de trabajo.No existe ningún proyecto de producción a futuro y la perspectiva más probable es el desmantelamiento de la planta. El riesgo es claro: la Sprinter tiene como fecha de finalización de producción diciembre de 2011, luego de esa fecha no hay nada. Es decir que no sólo están amenazados los suspendidos sino todos los trabajadores.Esta situación ha redundado en un fuerte cuestionamiento al sindicato y al cuerpo de delegados. Hace un tiempo el sector de montaje lanzó un paro espontáneo por un aumento salarial, y la predisposición a tomar las cosas en sus manos crece entre los trabajadores.Esta es la verdadera razón del paro de 48 horas que la burocracia “resolvió” la semana pasada y anunció en una asamblea general encabezada por la plana mayor del gremio. Con encendidos discursos pero sin definir reclamo alguno, la medida fue una reacción preventiva a un posible desborde.Como era previsible, al segundo día el Ministerio dictó la conciliación obligatoria y todo volvió a la situación anterior al paro. Sin embargo sólo entró una parte de los suspendidos por esos días; todavía quedan cerca de cuarenta compañeros afuera.Ya pasó más de una semana de conciliación obligatoria y nadie dice nada. Los delegados pasan por los sectores esquivando las preguntas y cuestionamientos de los compañeros. La única respuesta es “nos estamos reuniendo”. En la asamblea general, Paco Manrique habló de luchar para “morir de pie antes que vivir arrodillado”. Sin embargo, esta semana nos hemos vuelto a poner de rodillas ante la patronal.

Nadie explica cómo en medio de un conflicto y habiendo anunciado la medida de quite de colaboración y trabajo a reglamento, la empresa le agradezca al gremio la buena predisposición para colaborar con la producción en medio de las negociaciones.En chapistería, los laterales quedan colgados en las perchas, los bastidores en el pulmón y las unidades se tiran al piso al costado de la línea para que se pueda alcanzar las 60 unidades. Como vemos, se colabora hasta el punto de poner en peligro la seguridad de los trabajadores, ya que tener unidades en los pasillos implica un gran riesgo de accidentes. En montaje, la semana pasada se rompió un elevador y para que no se pierdan unidades adelantaron el horario de almuerzo de toda la planta.

Es así que lo que la burocracia escribe con la mano, lo borra con el codo, y en estos días no han hecho más que barrer el conflicto debajo de la alfombra.Está claro que el Smata sólo actúa por presión de las bases y buscando un margen de maniobra para seguir actuando como correa de transmisión de la patronal. Esto explica porqué no hicieron nada un año atrás cuando la situación era la misma pero había mejores condiciones internas para actuar.Es necesario redoblar esa presión para dar continuidad a esta medida y profundizar el plan de lucha.

¡Ningún despido más! ¡Que la empresa presente ya un plan de inversión y reactivación de la planta o el Estado se haga cargo bajo control de los trabajadores!