Paro nacional de los papeleros

Reclamemos el 40% de aumento y la participación de los trabajadores en las paritarias

Consejo de Redacción de Prensa Obrera


Tras más de tres meses de negociaciones, las paritarias de un amplio sector de las papeleras se encuentran en un impasse: por este motivo los trabajadores de la actividad realizaron el 1° de junio un paro en todo el país.


 


Los trabajadores denuncian la obstinación de las cámaras empresarias en ofertas muy por debajo de la inflación (del orden del 20% en cuotas), pese a que el rubro del papel ha sido uno de los menos afectados por la recesión industrial.


 


En fábricas como Kimberly Clark y Smurfit Kappa, la medida cobra carácter activo -por impulso de la oposición combativa en el sindicato- con protestas frente a las plantas.


 


El cuadro


 


Mientras las negociaciones entre la Federación del papel y las patronales del área se han realizado en completo silencio para el conjunto de los trabajadores, dos de los convenios que abarcan a la mayor cantidad de trabajadores y empresas papeleras (los de las ramas de Fabricación y Corrugado) se encuentran vencidos. Además de Kimberly y Smurfit, esto afecta a los operarios de ex Zucamor (ahora Arcor/Cartocoor), Ledesma, Celulosa, Arauco y Papel Misionero, entre otros.


 


La Federación del papel realizó en mayo su habitual congreso de delegados digitado, al que invitaron ex ministro de Trabajo del kirchnerismo, Carlos Tomada. En línea con ello, el documento resolutivo -que detalla la obvia crisis del país- omite la participación del kirchnerismo en el ajuste en curso, con el aporte de sus gobernadores y diputados; y carece, por lo demás, de cualquier formulación de cómo piensan defender el salario, los puestos de trabajo y los convenios.


 


Pese a esta orientación de su dirección, los trabajadores de base vienen dando importantes peleas: mientras que la fábrica de la ex Massuh fue ocupada contra despidos fraudulentos, en Interpack (ex Papelera del Sur) están de paro hace una semana contra un despido arbitrario. En ambos casos, tanto el sindicato del rubro como la Federación brillaron por su ausencia.


 


Paro y perspectivas


 


La Lista Gris, que encarna la oposición antiburocrática del gremio, hizo una movilización a fines de junio a la sede de la Federación del papel para pedir una entrevista con los paritarios nacionales y entregar una nota con los reclamos discutidos en las fábricas de Smurfit y Kimberly Bernal. En la misma se planteaban un aumento del 40% en un pago, un plus por rotación, un bono compensatorio de 5.000 pesos y beneficios por realizar trabajo en turnos rotativos, así como un plan de lucha para conseguir estas reivindicaciones: que se realicen plenarios de delegados de todas las seccionales y asambleas en los lugares de trabajo, para impulsar una serie de paros progresivos con abandono de tareas y la movilización al ministerio, las cámaras patronales y las grandes empresas.


 


Al regresar de la entrevista, el Sindicato Papelero de Bernal recorrió apresurado las fábricas notificando un paro nacional para el jueves 1° de junio… por el fracaso de las negociaciones. Luego de meses de negociar a espaldas de los trabajadores, ahora deben recurrir al paro nacional -sin garantías de cómo organizarlo.


 


La Lista Gris repartió un boletín en todas las fábricas de Quilmes y Berazategui y realizó asambleas para garantizar que el paro sea activo en las puertas de las fábricas y con movilización al Ministerio de Trabajo, para presionar en las negociaciones que justo hoy contarían con una nueva reunión.


 


Con la demanda de un 40% y el conjunto de las reivindicaciones -que incluyen el inicio de una discusión para declarar al rubro papelero como trabajo insalubre y el reclamo contra aumentos en la obra social- la oposición combativa en el gremio da la pelea por un plan de lucha integral.