Sindicales

11/11/2004|876

Paro y movilización

El miércoles 3 se inició un paro en Telefó­nica y Telecom en el marco de un plan de lucha de Foetra Buenos Aires. El paro arran­có con una verdadera demostración de fuer­za: una gran movilización de más de 6.000 trabajadores telefónicos de Capital y Gran Buenos Aires marchó a las sedes de Telecom y Telefónica. El paro tuvo un alto acatamien­to. Se sumaron trabajadores de Atento/Unión y de All Call, que trabajan “tercerizados” para Telefónica y Arnet/Telecom.


Todos los servicios y oficinas fueron parali­zados durante dos días y medio, y el paro y la movilización fueron garantizados por un es­tado de “asamblea permanente” en todos los sectores. Las empresas venían presionando para que se dictara la “conciliación obligato­ria”, aún antes de la movilización. El viernes 5, el Ministerio de Trabajo dictó la concilia­ción obligatoria. El plenario de delegados de Foetra se reunió para ser notificado de la re­solución del ministerio y desde allí salió a re­alizar asambleas en todos los lugares de tra­bajo. El tema de la conciliación obligatoria fue discutido en todos los sectores, así como tam­bién la continuidad de la lucha que venía muy fuerte. El ánimo de los compañeros no ha de­caído, todo lo contrario.


La propuesta de un aumento salarial de un 25% sobre el básico conformado (distribuido en categorías, aumento del básico y otros adi­cionales del convenio), junto a otras reivindi­caciones, caló hondo entre todos los trabaja­dores telefónicos. La política de las empresas consistió, precisamente, en dilatar todo lo que pudo las negociaciones con el sindicato e imponer la conciliación obligatoria a medida que se fueron produciendo los conflictos. La lucha por el salario se ha caracterizado por ser una lucha independiente de las pretensiones patronales partiendo de la base que la tarifa actual es una de las más caras del mundo en momentos en que bajan los costos de la ma­no de obra por la devaluación y la “producti­vidad” y por el abaratamiento general de las comunicaciones. A esto se suma el crecimien­to de la telefonía celular y otros sectores, como la instalación de servicios de banda an­cha, etcétera. Las ganancias de estas empre­sas son fenomenales.


Si bien se ha entrado en un período de con­ciliación obligatoria, está planteado retomar el plan de lucha con la perspectiva de una me­dida nacional. Una vez que se venza el plazo de “conciliación”, la Foessitra tendrá que de­cidir si encara un plan de lucha o arregla una vez más con las empresas. En numerosos sin­dicatos del interior se vive un verdadero cli­ma de intervención de las bases que están dis­puestas a luchar por el salario. En algunos sindicatos como Rosario o Tucumán se perci­be una intervención de la base y se discute parar y movilizarse junto a Foetra. Todo in­dica que la lucha por el aumento, el encuadramiento sindical y la recuperación salarial se abre camino.