Los trabajadores que ocupan hace seis meses la fábrica Gotan, luego del cierre fraudulento de la patronal, plantean reconvertir la producción en función de las necesidades que impone la pandemia del coronavirus.

Los trabajadores de la empresa Gotan, que se dedicaba a la producción y desarrollo de elementos de imagen corporativa y también a trabajos relacionados a la metalurgia, fueron unas de las tantas víctimas del desguace que sacudió al parque industrial de Burzaco durante el último tiempo. Su caso es emblemático, ya que la patronal que regenteaba la empresa tenía como titular a Horacio Lamberti, el exdirector nacional de parques industriales durante el macrismo.

Su rápida capacidad de organización les permitió ocupar rápidamente la fábrica y evitar el vaciamiento, preservando los elementos de trabajo y la maquinaria necesaria para seguir produciendo. Desde entonces comenzaron a intentar reactivar la producción bajo su propia gestión y proponiendo realizar trabajos para el Estado y para privados. Estas iniciativas de lucha no fueron acompañadas por la burocracia de la UOM Avellaneda -que se limitó a una presencia testimonial al principio del proceso- ni tampoco obtuvieron respuesta por parte del municipio, a pesar de que el mismo había sido socio comercial de Lombardi en años anteriores.

Luego de seis meses afrontando todas las dificultades de por medio, los trabajadores que continúan organizados proponen una salida propia y beneficiosa de cara al conjunto de la sociedad ante la pandemia. Su planteo consiste en producir mobiliario para los hospitales, que serían de mucha utilidad ante la crisis sanitaria, que es producto del sistemático vaciamiento de la salud pública que han llevado adelante todos los gobiernos de la provincia.

La propuesta de los obreros de Gotan pone de manifiesto que los trabajadores organizados pueden dar una respuesta en los términos de nuestra clase y en favor de ella. Apoyemos esta lucha.