Sindicales

30/11/2015

Parque Industrial de Pilar – Bimbo: hasta la reincorporación de todos


Bimbo es la mayor panificadora del mercado mundial, con más de 70 firmas que operan en más de 20 países en tres continentes. Este pulpo de la panificación ha despedido en la última semana, en tres tandas, unos 41 trabajadores en su planta de Pilar. 


Los despidos no son producto de un problema de “costos”: esta patronal anunció hace dos meses un plan de inversiones de más de 55 millones de dólares, y parte de ese capital irá para Pilar.


Se trata, en cambio, de atacar a trabajadores que enferman o sufren dolencias por los brutales ritmos de trabajo que operan allí. La tendinitis, los dolores de espalda y los accidentes de trabajo son moneda corriente en Bimbo. A eso se le añade el trabajo en los feriados, los domingos y la compulsión a trabajar los francos. Por otro lado, esta “limpieza” es la segunda parte de un plan de reducción de la planta que viene avanzando con más de 60 despidos encubiertos (“retiros voluntarios”) en el último año.


Pero la andanada de despidos actual provocó una importante reacción obrera que no se había registrado en veinte años de superexplotación de este pulpo. Hubo una asamblea en puerta de la fábrica en la mañana del viernes 20, que derivó en un paro total y un piquete que impidió el egreso de mercadería.


El mismo día por la tarde, el Ministerio de Trabajo de Pilar dictó una conciliación obligatoria que la empresa no acató y dejó afuera a los despedidos con goce de sueldo. Durante todo el fin de semana se sostuvo el paro y se organizó un piquete de los despedidos con apoyo de trabajadores y numerosas delegaciones de trabajadores del Parque Industrial. El desgaste de los trabajadores echados hizo que el lunes se llegara a un acuerdo con la patronal para levantar el bloqueo y abrir negociaciones individuales para discutir el arreglo o su incorporación. Mientras tanto la empresa violó la conciliación con tres nuevos despidos el 24 de noviembre. En este cuadro existe una crítica muy extendida al sindicato (el STIA) porque le quitó el cuerpo a la medida de los despedidos.


Al momento, la patronal ha quebrado una medida de acción directa del colectivo obrero sin que éste haya logrado su reclamo. Esta nueva etapa pone a prueba a un nuevo cuerpo de delegados que ha ganado con una importante votación un mandato en pos de la defensa de los puestos de trabajo.


La unidad de los trabajadores es crucial para confrontar a esta patronal negrera, que destruye físicamente al obrero hasta que lo echa, mientras prepara una reducción de personal aún mayor. Se impone una medida de conjunto de la fábrica y del gremio para quebrar la avanzada patronal.


¡Toda la solidaridad con los despedidos de Bimbo!