Sindicales

12/9/2002|771

Paso atrás en Parmalat

La Federación rifa lucha obrera

Después de los extraordinarios piquetes del lunes 26 de agosto, que frenaron el vaciamiento de la planta de Chascomús y provocaron el llamado a conciliación obligatoria para 15 días; después de esta victoria parcial de los trabajadores, pero victoria al fin, la Federación del sindicato Atilra (sin vencer todavía el plazo de conciliación obligatoria) convocó a una asamblea de los trabajadores de la planta. ¿Para qué los convocó?, ¿para plantearles cómo seguir la lucha?, ¿para planificar una posición que beneficie a los intereses de los trabajadores en la negociación con la patronal?


No, simplemente convocó a los trabajadores para comunicarles la posición de Parmalat, que consistía en una propuesta de retiros voluntarios y traslados a la planta de Pilar, a los que quieran quedarse; al mismo tiempo, vaciar la planta de Chascomús, dejando allí sólo la línea de producción de yogures. A este planteo de la empresa, la Federación sindical no contrapuso ninguna otra posición. Es decir, que en vez de apoyarse en la lucha de los trabajadores, en la fuerza combativa que habían tenido hacía sólo una semana y profundizar la lucha garantizando la victoria, se limitó a ser una correa de transmisión de los intereses patronales, planteando la aceptación de las condiciones de la empresa o el cierre de la planta.


 


La mentira tiene patas cortas


La planta de Chascomús va a cerrar igual; el recurso de dejar la producción de yogures en la misma es una maniobra para que los trabajadores dejen de luchar y preparar las condiciones para su cierre definitivo. Pero lo de esta planta no es una excepción, varios lugares van a estar en la misma situación que Chascomús en los próximos días. Parmalat tiene la política de expandirse a base de la destrucción de sus competidores; por ejemplo, la planta de Chascomús era de la empresa Saavedra. Parmalat la compra no para ponerla a producir, sino para desmontarla eliminándola del mercado, concentrando la producción en la menor cantidad de plantas posibles, dejando en la calle a centenares de trabajadores. Es decir que los trabajadores somos víctimas de los negocios capitalistas.


Frente a esta ofensiva de la patronal está planteada una lucha en todo el gremio, para evitar que sigan cerrando plantas y despidiendo personal; los trabajadores no podemos ser espectadores de la destrucción de nuestro trabajo. Es necesario para ello que la dirección sindical esté a la altura de las circunstancias, siguiendo el camino correcto que tomó con los piquetes del 26 de agosto, partiendo de un plan de lucha de todo el gremio por:


• Ningún despido.


• Ocupación de toda fábrica que quiera despedir.


• Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario.