Una patota identificada con la conducción del Sindicato de Petroleros y Gas Privado de Santa Cruz, que encabeza Claudio Vidal, irrumpió el pasado 25 de febrero en el piquete que llevan adelante los despedidos del gremio, para amedrentarlos con golpes y disparos de armas de fuego, reiterando un método que es habitual en esta burocracia respecto del activismo que, frente a su parálisis, sale a luchar contra la ofensiva patronal.

Como los mineros de Río Turbio, trabajadores petroleros despedidos de la zona norte de Santa Cruz están llevando adelante una enorme lucha en defensa de los puestos de trabajo.

El problema de los despidos en el sector petrolero no es nuevo. Desde hace dos años que las empresas, en complicidad con el sindicato y el gobierno nacional y el provincial de Alicia Kirchner, están dejando sin trabajo a una importante cantidad de obreros, han aplicado una “reducción de costos”, que se ocultó con jubilaciones, retiros voluntarios, indemnizaciones y con despidos de dos, tres o cuatro trabajadores por vez (para que no se note el desangre del sector). Estos despidos vinieron de la mano del ataque al convenio colectivo y a las condiciones de trabajo.

Frente a este ataque, el rol de la conducción sindical “K” de Vidal, ha sido el de encubrir y respaldar las medidas del gobierno y de las patronales, incentivando la aceptación de los retiros, prometiendo traspasos entre empresas que nunca ocurren y firmando acuerdos en los que se entregan conquistas históricas a cambio de un cese en los despidos que no se cumple.

En las últimas semanas, las empresas han profundizado los despidos. Para contener a los trabajadores, que ven cómo se quedan sin fuente laboral, el sindicato les propone la aceptación de un subsidio, que no llega a cubrir la canasta familiar y que sólo será de seis meses. Es decir, una miseria y ninguna lucha por mantener la fuente laboral.

¿Acaso Vidal desconoce que las petroleras se han visto beneficiadas por el aumento del crudo, el dólar y los combustibles?

Llamamos a toda la comunidad y a todos los sectores populares a solidarizarse con los despedidos, a acompañar a los desocupados petroleros que se manifiestan en la ruta.

Debemos organizarnos contra la ´reforma laboral´ que promueve el gobierno nacional y que aplica el gobierno provincial de Alicia Kirchner, con la complicidad de las conducciones sindicales.

Los trabajadores debemos debatir en asambleas y congresos de bases la unificación de todas las luchas para defender nuestros sueldos, nuestros derechos y nuestro trabajo. Las petroleras se llenan los bolsillos y quieren aumentar sus ganancias a costa de nuestras fuentes de trabajo, con la depreciación de nuestros salarios y nuestra superexplotación.

¡Basta de despidos!

Reincorporación de todos los trabajadores despedidos!

Que las empresas petroleras abran los libros para que podamos controlar sus ganancias!!