Sindicales

21/3/1996|486

Patronales presentan convenio ‘tipo Fiat’ en el transporte automotor

La patronal de “El Halcón” (148) quiere imponer un convenio ‘tipo’ que reduce el salario y pone fin al Convenio Colectivo de Trabajo.


El salario básico conformado actual, de 740 pesos, es reducido a 450 pesos, un recorte del 40%.


La remuneración por antigüedad, de 11 pesos por año sin límite de edad, se reduce a un 1% sobre el básico de 300 pesos con “un tope de 20 años”. Hasta los 20 años de antigüedad la reducción es casi del 73% (3 pesos por años contra 11 pesos). Para quien tiene 30 años de antigüedad, la reducción asciende al 82% (330 pesos actuales de antigüedad contra 60 pesos). La rebaja salarial promedio con 10 años de antigüedad asciende, así al 50%. Esto es lo que pretenden las Cámaras patronales.


El presentismo se pierde ante cualquier inasistencia, no importa la circunstancia (enfermedad, etc.), en una proporción del 10 al 100% entre 1 y 4 inasistencias. En la actualidad, el presentismo no se pierde por enfermedad y otras razones justificadas.


En ‘compensación’ se ofrece abonar un viático “no remunerativo” (no se toma en cuenta para la liquidación de las cargas sociales) de 2,50 por “cada día efectivamente trabajado”.


También se modifica el actual régimen de liquidación de las vacaciones y licencias especiales y por enfermedad. Mientras que en la actualidad se liquidan en base al promedio de horas de los últimos 6 meses (incluye las ‘extras’ trabajadas), en adelante se pretende “un tope en el pago de estas remuneraciones” equivalente al mínimo de 192 horas mensuales.


Sólo se considerará hora ‘extra’ a aquella “que supere dicho ciclo”, lo que significa que el trabajador que trabajó varias jornadas de 12 horas corridas por pedido de la patronal –como suele suceder–, éstas serán convertidas en jornadas simples hasta completar las 192 horas “normales”, en caso de que hubiera inasistencias.


El convenio de marras arrasa con el actual régimen de jornada de trabajo continua (8 horas corridas) y establece las “jornadas de trabajo continuas o discontinuas”. Se destruye la obligación actual de 6 francos obligatorios mensuales: “la empresa podrá otorgar en su reemplazo cuatro francos de una jornada y media cada uno”. Se liquida el régimen de trabajo “por libreta”: obligación de las patronales de comunicar con anticipación horarios de presentación, cargando con la responsabilidad por los errores de citación y modificaciones en los diagramas. En adelante las patronales otorgarán sólo a la finalización de la jornada de trabajo “un comprobante donde conste la fecha de la jornada de trabajo, hora de ingreso y de egreso a sus tareas”. El tiempo de espera y las citaciones equivocadas (muy normal en el transporte) deberá  ‘bancarlos’ el trabajador.


Se implanta un “régimen disciplinario” de sanciones que “bajo ningún pretexto el trabajador podrá negarse a firmar”. El “período de prueba” para el trabajador ingresante (con derecho a despido sin ninguna indemnización y/o preaviso) se extiende a 6 meses.


La UTA no ha dicho ni ‘mu’ frente a todo esto, a pesar de que este “proyecto de convenio de crisis conforme lo acordado ante la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires”, está fechado “febrero 21 de 1996”.