Sindicales

1/6/1994|420

Patrones, burócratas y militares

Un testimonio

“Nos remontamos al 76 para fijar un punto de partida (aunque la cosa viene de mucho antes). Tres meses después del golpe militar, la Comisión Interna de Fiat se había disgregado, abandonado la fábrica y sus casas y por consiguiente a sus compañeros. Un tal Guillermo, por ese entonces Comisión Interna, luego tesorero y mano derecha de Curto, llamó a la fábrica y habló con el mayor Ruiz, milico que había quedado de jefe de seguridad de la planta; le pide una entrevista rogando por él y por el ‘negro’  Curto. Ruiz acepta y lo cita en la calle Hornos, en Caseros, a una cuadra del paso nivel, donde lo esperaba un teniente de nombre Alberto, jefe del grupo de tareas (comando antisubersivo) en 3 de Febrero.


“Guillermo concurrió a la cita acompañado por Nilo García (hoy empresario), Hugo Curto (hoy intendente de  Tres  de Febrero), Torres (hoy senador) y el “cabezón” Rodriguez (hoy también empresario). El teniente los recibió felicitándolos por el marcado y profundo accionar anticomunista dentro de la fábrica, ya que él, mediante informantes estaba al tanto de lo que sucedía dentro de la misma. Les comentó que contra ellos no era la cosa y que ellos le marcaran a los compañeros ‘zurdos’ o que fueran sospechados de tales, y que ellos se encargarían del resto (todos sabemos en que forma lo hicieron). Los autorizó a volver a la fábrica en los puestos que hasta el día de hoy muchos de estos traidores conservan.


“Algo huele muy a podrido en Sevel; las riquezas de esta patronal están edificadas hasta con la muerte de los trabajadores. Ya son varios los compañeros muertos en accidentes absolutamente evitables, dando cuenta de lo poco importante que les resulta la vida de un obrero a los empresarios y a la burocracia sindical.


“El gas tricolor (prohibido su uso en el mundo, hoy en día se utiliza en Sevel en las cubas de lavado que trabajan con ultrasonido) ya habría cobrado sus tres primeras víctimas en el 77, cuando tres operarios limpiaban las piezas con este desengrasante de fatal potencia, con mascarillas inservibles. En el año 91, el gas mata a un compañero de 30 años de apellido Couruchet, quien se encontraba en una de las cubas mencionadas. A estas muertes hay que sumar amputaciones de piernas y brazos en las máquinas, trastornos psíquicos, sorderas prematuras debido a ruidos infernales muy por encima de los decibeles permitidos; todo por dejarle pasar a la patronal las medidas elementales de seguridad o dejar pasar que las protecciones fueran truchas, de todo esto son corresponsables los burócratas de Sevel.


“Hoy cualquier obrero de Sevel sabe que Macri (el dueño) financió la campaña política para que Hugo Curto saliera intendente de Tres de Febrero.


“La misma ‘suerte’ ha tenido su compiche Torres. Nadie desconoce que Nilo García, otro de la barra de Curto, es el dueño de la empresa contratista de limpieza que trabaja en la planta ‘Limpialuz’. Todos saben que tanto la Comisión Interna como los delegados cuentan con una cantidad de horas ‘extras’ como recompensa mensual por cuidar los intereses de la empresa. Todos saben que estos corruptos siguen denunciando compañeros combativos, ahora no a los milicos sino al jefe de personal, y que la permanencia en la fábrica es efímera. Un operario calificado cobra 3,60 la hora, lo que hace un sueldo quincenal aproximado (con descuentos) de entre 250 y 270 pasos. Un operario especializado gana por hora 4,30, lo que hace un sueldo quincenal entre 300 y 320. La gente se rompe el culo trabajando, sacando por día en una línea de Montaje 150 autos (504-505), cuando en 1982 con la misma cantidad de gente se sacaban 94 autos. En Chapistería salen 360 Dunas por día.”