Sindicales

17/6/2020

Pehuajó: la pandemia, las escuelas, los docentes y los auxiliares

La pandemia no se ha manifestado en Pehuajó como en el Gran Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires, contando por ahora con dos infectados a principios de abril. Las escuelas permanecen cerradas a modo de prevención y se mantiene el distanciamiento social. No obstante, hay que defenderse de los amagues de retomar abiertamente las actividades, por las experiencias cercanas que tenemos, como es el brote que ha tenido lugar en Olavarría.


La cantidad de bolsas distribuidas en las escuelas no alcanza a cubrir la totalidad de la matrícula escolar (solo aquellos alumnos que concurrían a los comedores escolares), lo cual cubre la ración de solo 4.250 estudiantes cada dos semanas, con un contenido nutritivo pobrísimo: leche, harina, fideos, arroz, mermelada, lentejas, puré de tomate, galletitas y en proporciones escasas para cubrir las necesidades existentes. Eso sí, los auxiliares de las escuelas son conminados a concurrir al embolsamiento y reparto de alimentos, como si esto fuera una obligación, cuando en realidad no existen normas ni resoluciones que lo establezcan. Esto ocurre también con personal en riesgo, como por ejemplo trabajadores de sesenta años. Ante esto el sindicato Upcn, al cual la mayoría de los compañeros auxiliares están afiliados, hace la vista gorda, lo cual no debe asombrarnos ya que su dirigente nacional, Andrés Rodríguez, ha admitido y respaldado las suspensiones y despidos como una necesidad.


La docencia de Pehuajó también está atravesando por el agobio que implica el constante acoso de los directivos e inspectores, demandando informes sobre las actividades y evaluaciones vinculadas a la continuidad pedagógica, sin límites horarios y sin respeto a las horas y días de descanso, siendo que en realidad la mayoría de los alumnos carece de internet y de recursos de conectividad para paliar la falta de clases presenciales.


El gobierno municipal de Zurro ha pretendido sustituir esta enorme falencia con la emisión desde una radio FM que distribuya las actividades a los alumnos (lo cual es un falso remedio porque carece de la interacción necesaria entre estos y los docentes), pero no hay un solo peso para dotar a los alumnos de los medios tecnológicos necesarios. Es que tanto Zurro como el gobierno bonaerense de  Kicillof privilegian el pago de la abultada deuda externa a los fondos de inversión antes que satisfacer las necesidades educativas. Las consecuencias son serias en términos pedagógicos, porque hay muchos estudiantes que, debido a esta situación, carecen de una elemental relación con los docentes y algún contenido educativo; y hay otros que, teniendo a su alcance alguno de esos medios, deben gastar alrededor de $400 semanales para afrontar las actividades escolares, lo cual los empuja en muchos casos a abandonar. Ese es el caso del ISFD 148 que ha perdido el 30% de su matrícula.


La seccional Pehuajó de Suteba (sindicato docente) no ha intervenido frente a estos problemas, imitando a Upcn, lo cual revela que tanto los gordos de la CGT como la CTA Yasky-Baradelista actúan en complicidad con el gobierno fondomonetarista para que la crisis la paguemos los trabajadores. Docentes y auxiliares de las escuelas de Pehuajó deben organizarse sobre la base de un programa de reivindicaciones que contemple el reclamo de provisión de computadoras e internet para todos los docentes y estudiantes; embolsamiento de los alimentos por parte de los proveedores para disminuir el tiempo de contacto en las escuelas; por la entrega de alimentos para toda la matrícula escolar que contemple las necesidades nutritivas de los estudiantes; por el respeto a los horarios laborales de los docentes; por la provisión de todos los elementos de protección a docentes y auxiliares, contra la presión a concurrir a las escuelas a los auxiliares; por un testeo obligatorio a los docentes y auxiliares que concurran a repartir alimentos.


Necesitamos defender nuestra salud y reclamos educativos formando comisiones de docentes, estudiantes y padres que impulsen esta lucha y garanticen las medidas de seguridad necesarias. Necesitamos abrir un debate entre los trabajadores para defender los derechos y reivindicaciones planteadas.