Sindicales

20/7/2017|1467

Pepsico después de la brutal represión

Multitudinaria marcha y carpa en el Congreso


Como parte de una jornada nacional de lucha, una multitudinaria movilización por la reapertura inmediata de Pepsico y la reincorporación de todos sus trabajadores se realizó el martes 18 en Buenos Aires, donde a partir de las 17 comenzaron a congregarse sindicatos, agrupaciones sindicales, comisiones internas y organizaciones políticas, encabezados por los obreros y obreras desalojados de la planta que mantenían ocupada en Florida. 


 


Largas columnas marcharon por Diagonal Norte hasta Plaza de Mayo y se dirigieron al Ministerio de Trabajo. Entre las columnas se encontraban el Sutna, el Suteba (con una destacada participación de los Sutebas combativos), la AGTSyP (subte), telefónicos, trabajadores de la Línea 60 en lucha, Unión Ferroviaria Oeste, Sitraic, SiPreBA, AGD-UBA, Polo Obrero, Barrios de Pie, CCC, CTEP-Movimiento Evita, MP La Dignidad, el Frente Milagro Sala, la Corriente Federal de la CGT, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y Apel. Se repetía el cantito: “Se va a acabar / la burocracia sindical” y “Daer traidor”. 


 


Participaron Nora Cortiñas, Néstor Pitrola, Nicolás del Caño, Soledad Sosa, Juan Carlos Giordano, Romina Del Pla, Marcelo Ramal, Myriam Bregman, Gabriel Solano, Nathalia González Seligra y Rubén “Pollo” Sobrero, entre muchísimos referentes políticos, gremiales, sociales y de Derechos Humanos.


 


En el acto realizado frente al Ministerio de Trabajo de la avenida Callao, se pudo apreciar el testimonio de una obrera que había sido apretada por la patronal para aceptar la indemnización, pero que luego decidió unirse a la lucha con sus compañeros. Otra explicó que hacía 20 años trabajaba en la fábrica junto a su marido y que ambos habían quedado sin sustento y llamó a la unidad de la clase obrera. Camilo Mones, de la comisión interna, demandó el paro nacional contra los despidos, las suspensiones y los cierres de fábrica. También pidió que continúe el boicot a los productos de Pepsico.


 


Los obreros y obreras decidieron instalar una carpa en la plaza del Congreso para reclamar por la reapertura de la planta y la reincorporación de los despedidos. Es necesario rodearla de solidaridad activa.


 


El sábado pasado, Mauricio Macri convalidó el desalojo de la planta en una entrevista con Radio Mitre. Apostrofó a los trabajadores que resistieron la represión como un grupo minoritario y los desafió a presentarse a elecciones si tienen otro “modelo económico” de país.


 


Al servicio de la multinacional yanqui, Macri mismo se involucró en la represión: el Ministerio de Seguridad ordenó un operativo con 300 policías bonaerenses, 190 efectivos de Gendarmería y el GAD (Grupo de Apoyo Departamental). Curioso despliegue para enfrentar a un puñado de apenas “20” obreros, según las falsas declaraciones radiales del Presidente.


 


Lo cierto es que el desalojo ha empujado pedidos de juicio político contra la jueza Andrea Rodríguez Mentasty el fiscal Gastón Larramendi. Asimismo, en la conferencia de prensa realizada por los obreros el día viernes, se escuchó el reclamo de una interpelación pública a la ministra Patricia Bullrich. 


 


“El llamado de Macri a que los trabajadores que luchan por sus puestos de trabajo en Pepsico se presenten a elecciones, puede ser un búmeran”, indicó Néstor Pitrola, el candidato a senador nacional del Frente de Izquierda por la provincia de Buenos Aires, quien remarcó también la amplia simpatía que despierta en las masas populares la lucha de los obreros.


 


Pepsico Alimentos está activa desde 1993 y absorbió en esa década a compañías como Pehuamar, la marca Bum y la rama de snacks de Kellog's. El año pasado facturó 4.800 millones de pesos en Argentina, 6.820 millones de dólares en América Latina y casi 63 mil millones de dólares a nivel global, con ganancias por 6.329 millones de dólares (La Nación, 14/7).


 


El propósito de la compañía con el cierre de la planta de Florida es retomar la producción en la planta de Mar del Plata con personal flexibilizado y desorganizado gremialmente.


 


Viva la lucha de los obreros de Pepsico.