Sobre la base de asambleas masivas, de la editorial y el diario, conjuntamente los periodistas ratificaron un pliego de reclamos de 14 puntos: aumento del 35%, pago de horas extras, mejoras en el pago de guardería, defensa integral del Estatuto del Periodista Profesional, etc.

 

El marco de unidad logrado por los trabajadores obligó a la patronal a reacomodarse, ofreciendo un aumento del 10% para los sueldos menores a 1.300 pesos y del 5% para el resto de la planta, y una suba del 20% en los tickets (de 220 a 264 pesos).

 

Una nueva asamblea masiva no aceptó la propuesta salarial y reclamó una respuesta al conjunto del petitorio.

 

En esta instancia, nuevamente una mano oculta del gobierno intervino en la puja entre los trabajadores y la empresa: miles de volantes aparecieron en todo el centro porteño reproduciendo, sin consentimiento alguno, una declaración de la Comisión interna de Editorial Perfil. Una semana antes, el mismo texto, en afiche, había sido desplegado por toda la ciudad. Como se sabe, la patronal de Perfil milita activamente en el bando de Lavagna contra el kirchnerismo. Desde algún sector gubernamental se ha tomado la decisión de popularizar el conflicto gremial contra Perfil como parte de la pelea más general entre las bandas capitalistas.

 

Los trabajadores han ganado en claridad y decisión quebrando el mando de la patronal al interior de la empresa.

 

Una asamblea general constituida en el piso octavo de la editorial, decidió trasladarse a la planta baja, exigiendo con cánticos y aplausos por el reclamo gremial. Durante tres horas se debatió cómo quebrar la posición patronal. Surgieron voces planteando sacar la asamblea a la calle y la posibilidad de movilizarnos a Plaza de Mayo con nuestro reclamo.

 

A cuatro años de la gran huelga en defensa del Estatuto del Periodista, los trabajadores de Perfil vuelven a manifestarse contra la precariedad laboral y por el salario.