Desde fin de año, la situación de la fábrica se ha caldeado. El 27 de diciembre, mediante asambleas en distintos sectores de la fábrica, se comenzó a discutir el reclamo de un doble aguinaldo y conseguir para Peugeot (cuyos trabajadores están afiliados a la UOM), el extra de tres mil pesos que cobraron los trabajadores de las plantas afiliadas a Smata.

Ante los primeros reclamos, la patronal despidió cuatro compañeros de chapistería y montaje. Los despidos caldearon los ánimos: del 7 al 11 de enero el reclamo y las consignas se generalizaron y aparecieron en carrocerías y baños. Todo esto ocurre ante la inacción y las provocaciones de los delegados burocráticos, algunos de los cuales fueron repudiados en importantes asambleas realizadas en los distintos sectores.

A la semana siguiente, la patronal dio 60 horas de adelanto de las 99 que dan todos los años como "regalo" para las vacaciones. Al mismo tiempo, se despacho con otros 50 despidos; hay rumores de que habría más en las próximas semanas. Los despedidos son acusados de "sabotaje".

Peugeot es uno de los mayores infiernos de la flexibilidad laboral del Gran Buenos Aires y por lo tanto una caldera en potencia. La vieja Fiat Caseros es hoy una de las plantas con obreros más jóvenes y peor pagos; la mitad por lo menos de lo que gana cualquier trabajador del Smata pues rige el convenio UOM. Hace tiempo que reina la polifuncionalidad. Encima de todo han quedado discriminados. Por todas estas razones, la burocracia está nerviosa y la patronal despide.

Es imperioso organizar a los compañeros contra los despidos mediante la convocatoria a asambleas de base para votar un pliego de reivindicaciones de los trabajadores y un plan de lucha.