Sindicales

23/10/2008|1060

Piden 500 pesos de aumento: La ocupacion de Emfer debe triunfar

Los trabajadores de Emfer han ocupado la planta desde la madrugada del miércoles 22 de octubre. Piden 500 pesos de aumento promedio, un reclamo por el que antes habían parado la planta, cortado las vías de la estación Miguelete y paralizado los molinetes en las estaciones de trenes. El dueño de Emfer es el grupo Cirigliano, dueño a la vez del grupo Plaza, de TBA y Ecotrans -y uno de los beneficiarios de la enorme cadena de subsidios que otorga el gobierno a la burguesía “nacional”. Los trabajadores de Tatsa, del mismo grupo y en el mismo predio que Emfer, han paralizado sus actividades en solidaridad con la ocupación.

La toma de Emfer, como la lucha de los docentes de la Ciudad de Buenos Aires y de las provincias, enarbola un reclamo que debe hacer suyo todo el movimiento obrero. Frente a una carestía del 25 al 30% en el último año, mucho mayor de la canasta de alimentos esenciales, los trabajadores no tienen otra defensa que el aumento de salarios. Es una enseñanza que los compañeros de Emfer han hecho suya desde hace tiempo: sucesivas acciones de lucha les han permitido, al día de hoy, tener salarios que están un 59% por encima del convenio de la UOM.

La lucha de Emfer es clave en un momento en el que el gobierno, los empresarios y la burocracia sindical compiten entre sí para que los trabajadores resignen los reclamos por el salario en nombre de una supuesta defensa de los puestos de trabajo, una política que lleva a la reducción del salario y al inmovilismo frente a los despidos y suspensiones que se están descargando sobre los trabajadores. La ocupación de la planta se produce a horas del enorme paro docente y de la lucha de los trabajadores de Easy que, con paros y piquetes en las rutas de acceso a las filiales del supermercado, lograron frenar el despido de casi 500 trabajadores, enfrentando a la burocracia del sindicato de empleados de comercio.

Llamamos a desplegar todas las iniciativas de solidaridad y lucha por la victoria de la ocupación de Emfer. A organizar asambleas en cada lugar de trabajo para marchar hacia la planta ocupada y poner en debate su propio reclamo junto al de la prohibición de despidos y suspensiones, en base al reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Un programa de defensa elemental frente a las patronales, que han obtenido beneficios inmensos a partir del golpe al salario que significó la devaluación de 2002 y la continuidad de la flexibilidad laboral, y hoy no quieren perder un minuto en descargar la crisis sobre los trabajadores.
Todo y todos por la victoria de la ocupación de Emfer.