La empresa Campo del Tesoro, ubicada en el parque industrial de Pilar y especializada en la producción de hamburguesas de carne vacuna tanto para el mercado local como internacional, ha comenzado a recortar los salarios del personal aplicando la garantía horaria durante dos semanas, lo cual implica una reducción de la jornada de trabajo con su respectivo ajuste en los salarios.

La patronal argumenta esta decisión basándose en la baja demanda del sector y para evitar posibles contagios de Coronavirus. Sin embargo, esto se contrapone con el hecho de que la totalidad de la planta estuvo trabajando durante la cuarentena, al considerarse la actividad como esencial, sin las condiciones de seguridad e higiene garantizadas.

La supuesta baja de la demanda tampoco es un argumento que tiene demasiado sustento, ya que las empresas para las que produce Campo del Tesoro continúan con sus actividades: las grandes cadenas de comida rápida como McDonald’s y Mostaza mantienen los servicios vía delivery y compra al paso. Carrefour, otra de las cadenas para las que produce Campo del Tesoro, mantiene todas sus sucursales abiertas, aplicando subas del precio de la carne en las últimas semanas.

Con la excusa de la crisis económica causada por la pandemia, Campo del Tesoro se suma a las numerosas empresas como Techint, Río Turbio, la minera Livent, Dánica, el frigorifico Penta, Starbucks, Burger King, McDonald’s, Garbarino, Dexter, entre otras que realizaron recortes de salarios, suspensiones y despidos. Es la orientación que discutió la Unión Industrial con el gobierno nacional y que están aplicando con la complicidad de la burocracia sindical de la CGT.

La federación de la carne convoco a un paro en repudio a la represión del frigorífico Penta de Quilmes, pero no hizo asambleas en los lugares de trabajo para que se cumpla efectivamente con la medida. En la fábrica Campo Austral de Pilar el día del paro trabajo normalmente ya que los delegados boicotearon la medida de fuerza. Es urgente que la Federación convoque a asambleas en todas las fábricas del gremio para debatir y votar medidas de lucha en rechazo a los despidos, la reducción de salarios y la flexibilización laboral.

Ante la decisión de la patronal de no pagar los salarios con la excusa de la crisis económica, debemos exigir la apertura de los libros contables para clarificar cuál es la verdadera situación económica de la empresa.

Para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores tenemos que derrotar esta ofensiva patronal, organizando  comités de seguridad e higiene que tomen los recaudos sanitarios para resguardar la salud de los trabajadores exigiendo el pago íntegro de los salarios y la defensa de los puestos de trabajo.