La contundencia que tuvo el cese de tareas en los distritos de Lomas de Zamora, General Sarmiento, General Rodríguez, Bahía Blanca, Marcos Paz-Las Heras y La Plata sacudió la tregua de la burocracia con el gobierno. También le puso los pelos de punta a la Dirección General de Escuelas, que salió a “apretar” a los directivos para que violen los derechos del estatuto y no reconozcan los permisos gremiales (115.B.3). Es que las resoluciones del Plenario de Delegados del 19 de mayo estaban llamadas a trascender las seis seccionales del Suteba que las impulsaron.

Como afirmamos desde Tribuna, el plan de acción no está destinado a “presionar” a una burocracia colaboracionista. Busca abrir un rumbo a la docencia.

La fuerza de los reclamos fue tal que, al día siguiente de la movilización del 31, en Marcos Paz se les impuso a los consejeros escolares una sesión con la presencia activa de delegados, que los obligaron a votar favorablemente los reclamos docentes.

Ni qué decir de la toma de la Dirección de Escuelas por parte de los compañeros de La Plata (ver aparte).

En qué está la burocracia

También la burocracia tomó debida nota de que la docencia sale a pelear por el básico de 800 pesos ya, por la derogación de la Ley Federal de Educación, por aumento de presupuesto y contra la “reforma de la reforma”. Por eso, una burocracia que durante dos años se llamó a silencio (y que hubiera deseado mantenerse en él) se vio obligada a actuar con ¡nuestros propios métodos!

Sacó así el paro nacional del 20 de mayo y la movilización del 1º de junio. Ahora anuncia otra acción para el 9 de junio. ¡Qué tal! ¿Se transformó en combativa por la “presión de las bases”? Nada de eso. Todas sus acciones están destinadas a cambiarnos la agenda. Pretende que dejemos el reclamo del básico de 800 pesos para engancharnos con la Ley de Financiamiento (que defiende la financiación de la educación clerical) y otra Ley de Educación.

Cuando en sus volantes Tribu na Docente explicaba que la burocracia impulsaba, con estas medidas de acción, reclamos patronales y la propia política del gobierno, y que su objetivo era cambiarnos el eje del reclamo, algunas corrientes opositoras hasta fruncieron el ceño.

Pero la realidad es obstinada. Clarín (3/6) informa que comenzó la ronda de consultas por la Ley de Financiamiento y que Ctera acordó trabajar junto a Filmus (ministro de Educación de Kirchner). Allí nos enteramos de que el ministro aliado de la dirección de la Ctera se reunió con la Asociación Empresaria Argentina, la UIA, la Cámara Argentina de la Construcción, la Camara Argentina del Libro, el Banco Río, IBM, Techint, Telecom, La Nación y otros para discutir la nueva ley. ¡El único que faltaba era Bush!

Nadie puede pretender seriamente que a los negreros de la UIA, a IBM o a Techint les interesen el salario de los docentes y la educación pública.

Vamos por lo nuestro

Luchemos para que no nos cambien la agenda votada. Apuntalemos la masividad de las acciones el 15 y 16 de junio. Aprovechemos las convocatorias que realiza la burocracia para desarrollar nuestra agenda.