Las recientes declaraciones de funcionarios del gobierno nacional sobre la supuesta reducción del problema del hambre y la pobreza en el país han generado una polémica pública y un reguero de indignación y bronca en las barriadas populares.

No es para menos, más del 35 por ciento de la población en condiciones de trabajar está en negro y cobra un salario promedio de 5.000 pesos. Un desocupado pleno, es decir que no tienen trabajo ni cobra ningún otro subsidio, recibe para alimentar, vestir y educar un hijo 15 pesos por día. ¡Menos que un litro de leche y medio kilo de pan!

Los 200 mil trabajadores precarizados (Plan Argentina Trabaja) que forman parte de las cooperativas que los Estados emplean en limpiar arroyos, como el Riachuelo, barrer calles y plazas, pintar escuelas y que utilizan tanto Cristina, como Macri, Scioli y Massa, cobran 2.600 pesos: seis veces menos que la canasta familiar; además, carecen de todos los derechos laborales que hace más de 50 años conquistó la clase obrera.

¿Se puede decir que alguien que cobra seis veces menos que la canasta familiar no es pobre?

La mayoría de los trabajadores jóvenes que tiene un trabajo están en negro o cobran 5.000 pesos de salario promedio, son también pobres aunque trabajen. Es necesario rechazar esta burla cruel sobre los trabajadores desocupados y los más pobres, abusándose de su condición o de su juventud, y denunciar que mientras se sigue subsidiando a los empresarios y se exime de impuestos a los bancos y a los casinos, los salarios son brutalmente ajustados por el gobierno con inflación, techos salariales y precarización laboral.

Basta de salarios de hambre y desocupación

Por eso, un conjunto de organizaciones de desocupados llamamos a impulsar asambleas en las cuadrillas de los precarizados del AT e impulsar un conjunto de reclamos elementales que los gobiernos desoyen; nos vamos a organizar en los barrios, vamos a hacer asambleas y votar movilizarnos el próximo 17 de junio en distintas provincias y sobre los ministerios de Trabajo y Desarrollo Social por: basta de desocupación y precarización laboral; trabajo genuino, en blanco y bajo convenio parar todos. Salario igual a la canasta familiar. Aumento de emergencia para recuperar lo perdido por inflación del 40 por ciento para los trabajadores precarizados de las cooperativas. Pase a planta y bajo el convenio respectivo de los trabajadores precarizados.