Sindicales

4/5/2019

Polémica con Izquierda Socialista: …pero el Sarmiento no paró

Foto archivo

Izquierda Socialista publica en su periódico una nota titulada: “¿Sobrero y el Sarmiento no luchan contra Macri?” que es presentada como una respuesta al kirchnerismo por su afirmación de que los ferroviarios del sarmiento “paraban contra Cristina, pero que ahora no hacen nada contra el actual gobierno”. Luego de un breve raconto de las medidas que se realizaron en los últimos años el autor gira los cañones contra el PO, al que se acusa de sectario y divisionista, por criticar la postura defendida por Sobrero y la Bordó de no parar el 30 de abril.


La nota rechaza “las calumnias contra los ferroviarios combativos del Sarmiento y Sobrero”. Se trata de un completo exabrupto. La polémica política no tiene nada que ver con una calumnia, que según el diccionario es una “acusación falsa para causar daño”. Y la verdad es que, pese a lo que Sobrero anunció días antes en varios medios, el Sarmiento no paró. Pero incluso lo que criticamos no es tampoco eso, si no la postura que defendió Sobrero en la asamblea (que, digamos de paso, reunió a bastante menos que “500 trabajadores” como afirma IS). Allí, luego de denunciar, correctamente, el rol que juega la burocracia sindical, Sobrero explicó que no estaban dadas las condiciones y mocionó no parar, aunque sí adherir a la movilización junto al Plenario del Sindicalismo Combativo.


Estos son hechos, ninguna acusación falsa.


La pregunta que sigue entonces es: ¿fue correcto llamar a no parar? Nuestra posición, la del PO– que coincide con lo que propuso y votó la Lista Negra en esa misma asamblea – es que fue un grueso error; la conducción Bordó debió haber luchado, en la asamblea, pese a las presiones y el aislamiento, por parar. Aún con los brutales límites de la convocatoria, puntillosamente señalados en la declaración del PSC, nuestro terreno es el del paro. En ese campo nos ubicamos para exigir un verdadero plan de lucha que parta del paro activo de 36 horas, para terminar con el ajuste del FMI, con Macri y con el régimen político que lo sostiene.


Dos semanas atrás, el Pollo se reunió con Pablo Moyano para explorar la posibilidad de contar con apoyo en el ferrocarril y declaró “que muy probablemente se sumarían” (ver, por ejemplo, Minuto1 del 15 de abril). La deserción de los Señaleros, alineados con el moyanismo, y su adhesión a la retención del 1 de mayo, dispuesta por la CATT, dejó a la Bordó con la obligación de asegurar el paro, en medio de fuertes presiones. Esto es así. Pero son las circunstancias que una dirección clasista debe enfrentar.


En lugar de tomar nota de las dificultades y lanzar una campaña en todo el ferrocarril, explicando la situación y resaltando la importancia de asumir el desafío, la Bordó ocultó su posición hasta el último día y descargó en la base la responsabilidad (“que la base decida”).


La Lista Negra sacó una declaración, dos semanas antes, llamando a parar para derrotar el ajuste de Macri y eso mismo mocionó en la asamblea. La chicana de que “apenas llegó a 18 votos entre los más de 500 presentes” realza el valor y la coherencia  de los compañeros de La Negra. Ahora, ¿no hubiera correspondido que la Bordó sumara a los activistas de La Negra a un trabajo común a favor del paro en lugar de salir luego a denostarlos?


El error de no parar el 30 se prolongó (hay cosas que son inexorables…) en el llamado a repudiar la retención de tareas del 1 de mayo. La misma lógica: es una medida anodina y a gusto de las patronales; el reclamo por los descuentos por el impuesto a las Ganancias es menor y distraccionista, en relación a la masacre laboral y social perpetrada por el Gobierno; pero no deja de ser justo. Se la supera, denunciando sus límites y objetivos, a partir de cumplirla. El Sarmiento no funcionó ese día por la adhesión de los otros gremios. Pero si eso no hubiese sido así… ¿qué papel habría jugado Sobrero?


Tercer error: la propuesta de movilizar “de manera independiente”, que se aprobó a mano alzada, esquivó olímpicamente la convocatoria del PSC, cuya mesa Sobrero integra. La cita de la Bordó fue a las 13 horas en el hall de Once y la convocatoria del PSC fue una hora antes, en la 9 de Julio. Efectivamente, no hubo columna de la UF de Haedo junto al Sutna, la AGD, el Polo Obrero y el resto de los sindicatos combativos. Una actitud que no se corresponde con el llamado a “a seguir fortaleciendo al sindicalismo combativo” que remata la nota.