El 5 de marzo, la empresa Telecom envió dos telegramas de despido. Uno a Néstor Escalante, trabajador de Telecom de la oficina Munro, y otro a Oscar Quiñonez, de la provincia de Córdoba. Estos despidos tienen un claro tinte de persecución política-sindical y se encuadran en un avance más general de las empresas. En el caso del compañero de Munro, la empresa esperó a que se le vencieran los “fueros gremiales” luego de la última elección del sindicato y, a pesar de que el compañero se encontraba con licencia médica (sin concurrir al trabajo), lo echó “con causa” por algo sucedido hacía más de un año. En el caso de Córdoba, el despido del compañero se encuadra en un marco de persecución permanente contra los delegados y activistas, con suspensiones y sanciones para impedir la organización en los lugares de trabajo. Todo esto ante el silencio cómplice del sindicato.

Estos despidos han puesto en pie de lucha a una parte del gremio. Las empresas actúan sobre la base de la inacción de las organizaciones sindicales, tanto en el caso de Foetra como en el de la Foeesitra (federación burocrática nacional que abarca al sindicato de Córdoba). A pesar de esto, avanzan las asambleas, petitorios y concentraciones por abajo, que se van generalizando poco a poco mientras se reclama la inmediata intervención del sindicato.

La Lista Naranja denuncia la política de Telecom, que ahora se agrava con estos despidos, pero que viene efectuando el vaciamiento de sectores, que aplica la polifunción pactada con acuerdo del sindicato, que implementa el “plan cero” (averías) para presionar por mayor productividad, que terceriza sectores estratégicos y efectúa la promoción de “exámenes” unilaterales en los sectores técnicos, además del teletrabajo para deslocalizar tareas y, como broche de oro, el congelamiento salarial y de las paritarias hasta julio.

En este contexto se abre paso la lucha por un programa: reincorporación ya de los despedidos. Que se convoque al plenario de delegados con mandato de las asambleas de base. No a la entrega del convenio, el vaciamiento de sectores y la polifunción. Reapertura de las paritarias. Recomposición de las dotaciones y salario mínimo igual a la canasta familiar.