Sindicales

28/9/2017|1476

Por el triunfo de los obreros de Ledesma

Lo que está en juego en este conflicto


Una masiva asamblea de obreros decidió el martes 26 continuar el paro por 96 horas más, lo que llevará a 16 días continuos la huelga. La patronal no sólo no se ha movido de la oferta paritaria, sino que ha suspendido las negociaciones frente al paro. Los obreros reclaman obtener el acuerdo firmado por Fotia y los ingenios San Isidro y Río Grande, del 31%, lo que llevaría el salario inicial a 21.900 pesos; Ledesma ofrece 20.000 pesos de inicial y en cuotas… hasta completar en mayo de 2018.


 


Una nueva movilización, esta vez de más de mil personas, acompañó a los obreros en este reclamo en una marcha por el Libertador General San Martín, pasando por la plaza central y arribando a los portones del ingenio, donde hubo un acto con los secretarios generales de los sindicatos de Ledesma, Tabacal y San Isidro en apoyo a la huelga.


 


“No negociamos con un paro”


 


La patronal dice que no quiere negociar con el “chantaje” de la medida de fuerza, pero es la propia patronal la que chantajea a los trabajadores con la complicidad del gobierno nacional y provincial. Es la que ha promovido las denuncias y persecuciones a los obreros durante el conflicto anterior; la que quiere imponer una multa millonaria al gremio y la que actualmente pretende desconocer la comisión directiva, electa democráticamente por sus trabajadores. Estos avances sólo han sido contenidos por la lucha y la movilización de los trabajadores. La huelga enfrenta a una de las patronales más grandes del país, que cuenta con fuertes lazos con los gobiernos y sus instituciones.


 


El telón de fondo


 


Lo que hay de fondo en este conflicto es el interés de la empresa en producir una reestructuración, modificando las condiciones laborales y las conquistas obtenidas. En ese sentido, marca una avanzada de la reforma laboral que quiere discutir el macrismo: Ledesma hizo punta de lanza con convenios individuales, conocidos entre los obreros como “H-3”, que han sido utilizados ahora para tratar de quebrar la unidad obrera y que haya un grupo minúsculo de trabajadores produciendo.


 


Durante la huelga se produjo un incendio en Trapiche 3, que estaba funcionando con menos personal del necesario. La empresa está queriendo sostener la producción con menos cantidad de trabajadores, sobreexigiendo hasta el límite a los propios obreros que no paran. Ledesma pone en riesgo la salud y la vida de los obreros, en pos de maximizar sus ganancias y quebrar la huelga.


 


La empresa anunció una millonaria inversión para el campo y la fábrica: supercosechadoras que reemplazarán a 40 obreros cada una, y una inversión en la fábrica para obtener gas de la vinaza, lo que armaría al ingenio de un circuito completo de producción (no necesitaría provisión de gas). Todos estos avances en el próximo período van a estar sujetos a una reducción de la planta de trabajadores. Como se ve, en esta huelga se pone en juego no sólo el salario de la paritaria, sino las condiciones laborales para la próxima etapa.


 


La masividad de la huelga, que día a día viene sumando sectores, y la gran solidaridad popular, han bloqueado los intentos represivos del gobierno.


 


La salida, con los trabajadores


 


Hoy las dos grandes luchas en Argentina son la enorme lucha de los secundarios en la Ciudad de Buenos Aires contra la reforma antieducativa y antiobrera; y la lucha de los obreros de Ledesma. Son las que le marcan el rumbo a los trabajadores y la juventud. Un triunfo de estas luchas servirá para reforzar a los trabajadores de cara a las medidas de ajuste planeadas por el gobierno y acompañadas por los partidos tradicionales.


 


Una conclusión inevitable para los trabajadores es el rol y la intervención que han tenido en el conflicto los diferentes sectores políticos. Los trabajadores deben reforzar una intervención política independiente de la clase obrera y combatir el intento de subordinación hacia variantes de contención. La patronal ha tejido vínculos con todos los gobiernos de turno, con el kirchnerismo y ahora con el tándem Macri-Morales.


 


El Partido Obrero en el Frente de Izquierda viene apoyando la lucha, y participando de todas las iniciativas que acompañan la lucha de los trabajadores. Creemos fundamental extender la solidaridad en todo el pueblo e inclusive sumar otros sectores en lucha para reforzar esta enorme huelga. Un triunfo de los obreros de Ledesma reforzaría la capacidad para que los obreros de Tabacal (que tampoco cerraron su paritaria) puedan encontrar un triunfo y le daría un fenomenal impulso a todas las luchas de la región.


 


Si ganan los obreros de Ledesma, ganamos todos.