El 17 de febrero próximo se realizará la audiencia judicial entre el compañero Pablo Llonto y Clarín, que le impide a aquél el ingreso a su lugar de trabajo y lo tiene en calidad de“suspendido”. La arbitrariedad del diario está demostrada en el hecho de que el Procurador General del Trabajo, Edmundo Alvarez, ha pedido a la Cámara de Apelaciones que rechace la demanda de Clarín, que le permitiría convertir la suspensión de Llonto en despido. El procurador ha pedido la reincorporación del compañero y el pago de los salarios caídos desde el 11 de octubre de 1991. Llonto, quien también es abogado, fue uno de los defensores del delegado de La Prensa, Brodsky, contra la persecución penal de la empresa. Llamamos a movilizarnos a la Cámara del Trabajo en apoyo del reclamo del compañero Llonto y de los derechos de los trabajadores.