Sindicales

4/3/2004|840

Por qué los trabajadores quieren echar a Daer

Alimentación: el convenio de la infama

Los trabajadores de la alimentación, sean o no afiliados al gremio, tienen razones de peso para echar a Daer.


En un convenio firmado en septiembre del año pasado, Daer arregló con las patronales para que todos los trabajadores de la alimentación (incluso los contratados) deban pagar el 2% de su sueldo al gremio. ¿Cuál es el argumento? ¿Acaso para la Obra Social, ayudas escolares, viviendas, algún fondo de sepelio o ayuda? Nada de eso. El 2% de descuento "estará destinado a cubrir los gastos necesarios, ya realizados y a realizar, en la concertación de las convenciones colectivas de diferentes niveles. Asimismo coadyuvará, entre otros objetivos, al desarrollo de la capacitación, la acción social, la formación profesional de equipos pluri-disciplinarios sindicales y técnicos que posibiliten el desarrollo de una convención colectiva favorable…", bla, bla, bla. Hablando en criollo, ‘una montaña de guita para la burocracia sindical’.


Las patronales también se comprometieron a realizar un aporte "solidario" a Daer. Una cláusula del convenio especifica: "Con el objetivo de prestar apoyo a la labor de formación profesional y capacitación de los trabajadores que viene desarrollando la FTIA, las empresas comprendidas en la Convención Colectiva se obligan a realizar una contribución mensual de cuatro pesos por cada trabajador comprendido en ésta".


 


Viva la reforma laboral


Aunque para apoyar la Banelco II Daer alegó que la nueva ley reducía el período de prueba, él firmó en septiembre que "se dispone extender a seis meses el período de prueba, con los derechos y obligaciones establecidos en la legislación y en esta convención; de manera muy especial se prevé que durante el período de prueba se dé estricto cumplimiento al pago de aportes y contribuciones a la seguridad social, así como los aportes y contribuciones para la Obra social, aporte solidario y contribución empresaria establecida en esta convención".


Es decir que las patronales pueden hacer lo que quieran, a condición de no tocar lo que le toca a la caja de la burocracia.


Pero acá no acaba la infamia, porque la cláusula siguiente dice que "para las empresas pequeñas el período de prueba podrá extenderse a 12 meses. Cumpliendo las obligaciones legales y convencionales y en tanto se trate de personal calificado que conforme a esta convención está referido a las categorías de operario calificado". Para completar la fiesta: ‘‘La decisión de ampliar el período de prueba deberá ser comunicado en todos los casos al sindicato respectivo, afiliado a la FTIA, con 45 días de anticipación a su aplicabilidad".


Daer es un burócrata millonario, que veranea en el exterior y cuyo ‘hobby’ son los caballos de carrera. Pero, cómo son las vacaciones de los trabajadores de la alimentación según el nuevo convenio? "Se acuerda la posibilidad de que la licencia anual ordinaria que tenga una duración mínima de 21 días o más por año, pueda gozarse en forma fraccionada en dos períodos, uno de los cuales, con una duración mínima nunca inferior a los catorce días corridos, deberá obligatoriamente gozarse en la temporada de verano". En criollo, fraccionó las vacaciones perjudicando a todos los obreros de la alimentación de más de cinco años de antigüedad. Pero sigue la fiesta: ‘‘Sin perjuicio de lo expresado precedentemente se habilita la negociación con los sindicatos de primer grado del goce de las vacaciones en otros períodos y épocas anuales, de conformidad con las modalidades específicas de cada actividad".


Los firmantes de este convenio negrero son Rodolfo Daer, Roberto Gori, Héctor Morcillo, Juan Carlos Roberi y Fernando Giménez. La patronal estuvo encabezada por el siniestro Funes de Rioja.